Tribuna Campeche

Diario Independiente

Descarado despojo

Es una buena decisión la tomada por la Comandanta Botox y respaldada por la Tía Loca, para retener en los separos policiacos hasta por 36 horas a quienes sean asegurados manejando en estado de ebriedad, además de que deberán pagar una multa de 11 mil pesos para salir libres.

Ambas tienen mucho de qué desquitarse contra el pueblo que les ha dado la espalda, y nada mejor que esa decisión arbitraria, que afectará directamente la economía popular y acrecentará aún más el resentimiento de la sociedad respecto de sus gobernantes.

Por eso decimos que es una buena decisión. Traerá consecuencias políticas y económicas, indudablemente.

También podría ocasionar un leve descenso en los índices de alcoholismo, pues muchos de los bebedores finsemamaneros, van a pensar dos veces si van a los antros y le entran al chupe a rajatabla, y después de eso se atreven a manejar sus vehículos.

Seguramente que también habrá reducción en accidentes viales ocasionados por el alcohol, habrá menos heridos, menos muertos y las pérdidas materiales disminuirán, junto con las ventas en los antros, lo que a su vez traería como consecuencia el cierre de ese tipo de negocios, más desempleo y más malestar social.

Seguramente que también aumentará la recaudación, y eso será bueno para la Comandanta Botox, pues podrá reunir fácilmente los millones de pesos que requiere para la próxima boda fastuosa de su vástago, y a lo mejor hasta le alcance para volver a entrar a cirugía estética para re estirarse la piel. Usted sabe, las últimas ejecuciones le sacaron unas arruguitas en la frente.

De paso, los gendarmes estarán cazando a cualquier periodista, político opositor y crítico acérrimo de la gobernante, para retenerlo en la vía pública, inventarle que tiene aliento alcohólico, confabularse con todas las autoridades para achacarle más delitos, y con ello silenciarlo por un tiempo, o aún más, darle un buen escarmiento por atreverse a decirle sus verdades a las jefas.

Es claro que este tipo de decisiones arbitrarias no van a bajar la incidencia delictiva, que las ejecuciones continuarán como hasta ahora, que ahora habrá más robos los fines de semana, porque las patrullas estarán ocupadas instalando retenes para cazar borrachitos, de suerte que los rateros podrán operar a sus anchas.

O sea, todo el paraíso para la delincuencia y todo el infierno para el campechano que comete el gravísimo delito de divertirse en fin de semana.

Pero ya llegará la hora de saldar cuentas y de emitir votos de castigo.

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