A pesar de que en el Estado hay muchos pendientes por atender —hay lucha chamba— la Tía Rata y sus funcionarios foráneos se han dedicado a dar excusas y pretextos en lugar de dar resultados…
Nunca jamás un slogan publicitario había resultado tan efectivo para sus propios promotores, como el que se impulsa, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Tía Rata, para que presuman que sí se generan fuentes de empleo en la entidad y que dice: “Chamba sí hay”.
Los promotores de esa genialidad de frase supusieron que con ese tipo de promoción, los habitantes de estas tierras del pan de cazón y del pámpano en escabeche, se sentirían culpables de no aceptar las ofertas de trabajo que existen tanto en empresas locales, como en las que trabajan en las obras emblemáticas de la 4T, particularmente el Tren Maya, que ha llegado a su fin, y ahora el llamado Tren Ligero, que está generando algunas vacantes. Se dice que muy mal pagadas y sin prestaciones, pero trabajo al fin y al cabo.
—“Lo que no dice esa campaña publicitaria —expresó el viejo Julián— es que jamás pensaron que ese slogan sería como un disparo en el pie para los ineptos, flojos y corruptos funcionarios de la Administración que encabeza la Ruca Gacha, porque desde el día que tomaron posesión se han hecho guajes, y a pesar de que hay trabajo, se la pasan dando excusas, pretextos y explicaciones, pero jamás han dado resultados…”
—“Claro que sí —añadió don Memín mientras preparaba los implementos necesarios para proceder a su cotidiana labor de lustrar zapatos— chamba sí hay en la promoción de los atractivos turísticos de nuestro Estado, pero el inepto titular de Turismo se ha beneficiado con las promociones que hicieron gobiernos anteriores”.
—“Chamba sí hay en el sector salud —terció doña Chela, quien se incluyó en el curioso slogan publicitario— pero en esa dependencia cada vez hay menos médicos y las medicinas desde hace tiempo empezaron a escasear, y ni hablar de los hospitales que carecen de equipos, y de los centros de salud, que ni siquiera cuentan con agua para sus baños y para la labor del médico si es que hay”.
—“Chamba sí hay en el campo, en la pesca, en la cultura —señaló a su vez el poeta Casimiro— pero tampoco se han puesto a trabajar en esas áreas. Antes había apoyos para la producción, para comercializar las cosechas, para asegurar los cultivos y evitar pérdidas por el factor climático, y hasta la pesca de pulpo empezaba a ser una industria floreciente. Hoy todo eso se ha acabado. Chamba sí hay, lo que no tenemos son funcionarios chambeadores, que, liderados por una gobernante que solo se dedica a pelear y a pasearse, colgaron su hamaca y se dedicaron a saquear todo lo que han podido. Por eso estamos como estamos” concluyó.
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