EL ESTADO SOY YO

En el evento oropelesco de este jueves, la Tía Rata evadirá una vez más su obligación constitucional de rendir cuentas claras al pueblo que la eligió. A cambio sólo enviará un mensaje plagado de falsedades…

 “L’État, c’est moi” (el Estado soy yo) expresó el rey Luis XIV de Francia ante el Parlamento de París el 13 de abril de 1655, cuando sólo tenía 16 años de edad, y esa expresión, propia de toda monarquía absoluta, va a ser repetida en los hechos, durante el evento oropelesco de hoy, en que la Tía Rata enviará a sus focas aplaudidoras un “informe político” con motivo de su Tercer Año de Gobierno.

“Es un desplante absolutista en que por tercer año consecutivo, la Ruca Gacha pisotea la tradición política de nuestra entidad, al pasar por alto las fechas establecidas tanto para la presentación del Informe, como para el envío del dichoso mensaje político. En su primer año lo hizo cuando regresó de vacaciones, en su segundo lo fijó para el 1 de agosto, igual que en esta ocasión, todo para ajustarlo a la costumbre familiar de festejar su cumpleaños en el extranjero, que será el próximo 7 de agosto”, expresó el poeta Casimiro.

“Es ciertamente una actitud ventajista —reflexionó don Julián— porque la hija del Sátrapa Negro va a hablar sobre temas que sólo ella conoce, porque ni el pueblo ni sus representantes, que teóricamente son los diputados, tienen a la mano el documento que contiene los datos de este tercer año de ejercicio gubernamental, texto que será entregado el próximo 7 de agosto”.

—“En efecto —continuó el poeta Casimiro— es una actuación ventajista, absolutista y monárquica, que al igual que el rey Luis XIV de Francia, rendirá ante sus lacayos, vasallos y súbditos, ya que no se permitirá la entrada de ninguna voz discordante en ese evento en que sólo se escucharán aplausos, lisonjas y sumisiones. Una vergüenza total”, aseveró.

Doña Chela dijo que va ser un evento fifí. “Sólo van a estar focas aplaudidoras, ni duda cabe, porque el pueblo, la gente de carne y hueso que vive de su esfuerzo, que no espera migajas del Gobierno ni anda besando los sabañones de los gobernantes, ni se va a acercar a ese teatro guiñol en donde los títeres, diputados y funcionarios estatales de color guinda, se van a sacar ampollas en las manos de tanto aplaudir y les saldrán moretones en las rodillas por arrodillarse hasta la sumisión”.

—“No olvidemos el tema principal, que es el hecho de que no se cumple la obligación constitucional de rendir cuentas al pueblo —arengó don Julián— vamos a escuchar un catálogo de mentiras, un pliego de fantasías esquizofrénicas, una epístola de falsedades y de simulaciones porque no hay trabajo, no hay acciones de Gobierno, sólo un show permanente de alguien que equivocó su vocación de la farándula con la de la política”.