Ernesto Castillo Rosado
Hoy se cumple un aniversario más de la declaratoria de la “Ciudad Histórica Fortificada de Campeche” como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Lo que debería de ser un día de celebración para todos los campechanos, se ha convertido en una fecha que sólo nos hace recordar con tristeza lo que alguna vez tuvimos. Un día que ya prefieren mejor las autoridades en turno dejar pasar desapercibido por obvias razones.
Conforme más pasan los años, más notable es el abandono en el que se encuentra nuestro Centro Histórico. Únicamente el sistema de fortificación y las edificaciones religiosas permanecen igual.
Y eso, gracias al material con el que fueron construidos, porque si su conservación y mantenimiento dependiera de las autoridades, ya estarían abandonados como lo están las fachadas de las casas coloniales hoy en día.
De seguir así, sólo es cuestión de tiempo para que nos incluyan dentro de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro de la Unesco, en la cual, los bienes aquí incluidos reciben una atención particular para asegurar su conservación y protección.
No es juego. En la actualidad hay un total de 56 sitios a nivel mundial dentro de esta categoría, incluyendo a las Islas y Áreas Protegidas del Golfo de California ubicadas en nuestro país.
Obviamente, la parte interesada, —entiéndase el país involucrado—, rara vez solicita la atención de la Unesco por iniciativa propia. Peropor fortuna también los particulares, las organizaciones no gubernamentales y las asociaciones civiles pueden notificar al organismo internacional sobre las amenazas existentes en algún sitio Patrimonio Mundial.
Hoy, que se cumplen 24 años de la declaratoria, ¿no será momento para solicitar formalmente la intervención de la Unesco para rescatar nuestro Centro Histórico? ¿Qué más tendría que pasar para que hagamos algo? ¿La muerte de dos personas electrocutadas durante una intensa lluvia por presuntas fallas en un registro de la CFE no fue suficiente?
¿Vamos a seguir esperando a que terminen el tan mencionado Plan Integral de Manejo? O peor aún, ¿vamos a seguir creyendo que con el simple hecho de imprimir este dichoso plan se vana resolver todos los problemas por arte de magia?
Bien sabemos lo que va a pasar con este cuando esté finalmente listo. El Plan Integral de Manejo será letra muerta, al igual que todas las leyes y reglamentos existentes que no se aplican.
Bueno, mientras que eso pase, esperaremos hasta el próximo 1 de diciembre para volver a escribir sobre los mismos problemas, más los que se acumulen. Mientras no contemos con el Fideicomiso del Centro Histórico, es cuestión de tiempo para que la Unesco venga a poner orden.
Lo peor de nuestro caso, es que, a pesar de todo, los turistas nacionales e internacionales que nos visitan siguen quedando maravillados con nuestro Patrimonio Mundial. ¡Imagínense qué dirían si nos hubieran visitado hace 20 años!
Pd. Ojalá surja alguna idea innovadora para sustituir las llantas que pusieron dentro de las alcantarillas rotas. ¿Un arbolito de Navidad, tal vez?
Aprovechar para dar gracias a Dios que no hayan incluido todavía dentro de esta deshonrosa lista a la Reserva de la Biosfera de Calakmul por culpa del Tren Maya.
@ECR1978
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