La afluencia masiva al mercado “Pedro Sáinz de Baranda” para las compras de última hora por los “Fieles Difuntos”, provocó la saturación en puestos y pasillos y congestionamientos viales en las calles circunvecinas, por la falta de elementos de vialidad.
Eleazar Herrera Vázquez, director municipal de Mercados y Panteones del Ayuntamiento de Campeche, confirmó que el “Sáinz de Baranda” funcionó las 24 horas. Los locatarios no cerraron, por lo que los campechanos pudieron adquirir todos los ingredientes para la elaboración de los tradicionales pibipollos, expresó. Ofreció que habrá vigilancia y sostuvo que hasta ayer no habían incidentes por robos.
La alcaldesa Biby Rabelo de la Torre recorrió el mercado e indicó que es la oportunidad de los locatarios de recuperarse, luego de que el año pasado no hubo tantas ventas y en comparación a este se ha visto gran afluencia.
Mientras la mayoría de ingredientes y productos para adornan el altar mantuvieron sus precios, la hoja de plátano subió tres pesos. El fin de semana se costaba ocho o 10 pesos y ayer estaba a 15.
La masa se mantuvo en 12 y 14 pesos por medida y la majagua a 10 y 12, mientras que el xpelón 30 pesos la bolsa. El kilogramo de tomate varió entre 25 y 27 pesos, de acuerdo al tamaño; la cebolla en 17 pesos, el epazote en 5 y 10 pesos, el chile habanero en bolsas de 10 pesos, la cebollina en 10 pesos y el chile dulce a tres por 15 pesos.
Las áreas de venta de carnes de puerco y pollo estuvieron abarrotadas y hubo gran demanda de dulces tradicionales. El cocoyol lo vendieron a 20 pesos, la papaya entre 10 y 15, la yuca a 15, nance a 20, mazapanes a 12, calaveritas de 5, 15 y 25 y cocos a 15. El pan de muertos costó 60 pesos.
No hubo vigilancia en los alrededores, lo que propició el desorden en los alrededores del mercado principal y avenida Gobernadores, entre el Centro Histórico y barrio de Santa Ana.
El desorden vial se extendió a la avenida Gobernadores, en los cruzamientos de las vialidades Brasil, 45 o Chile y Ecuador.
Para los ciudadanos la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) reflejó falta de logística en los alrededores del principal centro de abasto y Alameda Francisco de Paula Toro donde el tráfico vehicular fue un auténtico caos.
Exageran las autoridades en concentrar la mayor cantidad de policías en sus eventos del malecón y se olvidan del tránsito en el mercado principal y avenida Gobernadores, donde además dejaron de funcionar los semáforos del cruce de la Alameda con cruce del Circuito Baluartes”, se quejó Marcelino Huicab, automovilista.
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