No le esperan tiempos buenos a Campeche en materia de seguridad. Y ahora las cosas van a empeorar. Retornarán los actos de acoso y hostigamiento contra los ciudadanos…
La conclusión del movimiento de protesta que los policías estatales realizaron durante 104 días en contra de su inepta y corrupta jefa, Marcela Muñoz Martínez, se veía venir desde el día que se conocieron los resultados de la pasada elección, en que Morena pudo conservar la mayoría en el Congreso del Estado.
La posibilidad de que un partido diferente a Morena se quedara con el control del Poder Legislativo, fue una esperanza que se apagó gracias al mapacheo, compra de votos, soborno de funcionarios de casilla, reparto de despensas, abiertas amenazas contra trabajadores de los gobiernos estatal y federal, etcétera, que se suscitaron el pasado 2 de junio, y que preservaron el triunfo morenista.
La gobernadora Layda Sansores, quien cínicamente pidió no politizar ese conflicto, fue la que en todo momento acusó que detrás de ellos estuvieron el PRI y Movimiento Ciudadano, y que todo se resumía en un tema político-electoral, por lo que decidió correr el riesgo de las elecciones, antes que negociar con ellos y ceder a la posibilidad de que dimita su amada Marcela.
Hoy ya vimos que la corrupta mandataria erogó varios cientos de millones de pesos para comprar votos y logró salirse con la suya. También funcionaron sus chicanerías y sus actos de represión contra los gendarmes para doblegarlos y obligarlos a desistir sin tener que responder a sus demandas.
Al final hemos constatado que imperó la soberbia. El autoritarismo de Layda Elena obtuvo una victoria pírrica. Tiene a gran parte de la opinión pública campechana en contra, su imagen política se ha deteriorado aún más, la autoridad de la negligente Marcela Muñoz es un cero a la izquierda, y su propuesta de 4T campechana se confirmó como una burda caricatura, pero ella se salió con la suya en su agarrón con los policías.
No le esperan tiempos buenos a Campeche en materia de seguridad. No los ha habido desde el pasado 15 de septiembre de 2021 y ahora las cosas van a empeorar. Retornarán los actos de acoso y hostigamiento contra los ciudadanos, y serán sin duda más rigurosos y abusivos en la capital, en cuyo malecón aún retumba ese grito estentóreo de “Fuera Marcela” y “Fuera los foráneos”.
Se espera la venganza de ellos. De la corrupta y torpe Marcela y de sus mafiosos y voraces comandantes. Habrá que estar precavidos para no facilitarles las cosas.
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