Irrumpe policía en sede del Congreso

Detiene a 35 vándalos y a tres diputadas que tomaron el edificio

Por órdenes de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román, decenas de policías fuertemente armados irrumpieron violentamente en la sede del Congreso del Estado para detener a por lo menos 35 personas, entre ellos tres diputadas, que se apoderaron del edificio para tratar de impedir la destitución del diputado veracruzano Alejandro Gómez Cazarín como presidente de la Junta de Gobierno y Administración.
Los elementos de la Policía Estatal Preventiva y del grupo antimotines lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, que minutos antes habían ingresado con violencia al Palacio Legislativo para extraer documentos contables y otros objetos. Retuvieron a tres diputados del grupo opositor a Gómez Cazarín, entre ellos el nuevo coordinador parlamentario, Antonio Jiménez Gutiérrez.
El grupo de choque fue encabezado por las diputadas de Carmen, Landy Velázquez May y María Violeta Bolaños Rodríguez y de Seybaplaya, Idalí Sosa Huchín, a las que condujeron a los separos de la Fiscalía General del Estado, de donde las liberaron minutos después, “por órdenes superiores”, pese a que pudieron haber enfrentado el proceso penal, al igual que los otros detenidos, puesto que ya no cuentan con fuero.
En horas de la madrugada de ayer, mientras el recién electo ‘pastor’, Antonio Jiménez Gutiérrez, junto a los legisladores Alejandra Hidalgo Zavala, César González David y Elda Castillo Quintana, realizaban el proceso de entrega-recepción, las diputadas Velázquez, Bolaños y Sosa, afines a Gómez Cazarín, arribaron a la sede del Legislativo queriendo ingresar a la fuerza, y se les impidió. Hubo forcejeos y el grupo de choque lanzó piedras y patadas en los cristales, gritando ‹usurpadores› y ‹traidores› a los diputados capitalinos.
Los tres elementos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) asignados al Congreso no pudieron contener el zipizape, por lo que los carmelitas entraron, y causaron destrozos a su paso. Su objetivo era sacar documentación contable que pudiera comprometer al destituido jarocho Gómez Cazarín.
Por el reporte de la agresión, decenas de policías arribaron al Palacio Legislativo para lanzar gases lacrimógenos en contra de los porros para someterlos a control, lo que finalmente lograron tras unos 15 minutos de zpipizape. Las diputadas carmelitas fueron resguardadas en el salón ‹María Lavalle Urbina›, desde donde acusaban a la policía de la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez de golpear a los manifestantes.

Landy Velázquez May aseguró que fueron agredidas y que se violentaron sus derechos como diputadas. Acusó que La unidad que proclama la doctora Claudia Sheinbaum aquí no se está viendo. Tras someter a los manifestantes, la policía detuvo a entre 35 y 40 personas que habían ingresado al Palacio Legislativo.
El recinto amaneció cercado con cintas amarillas y resguardado por los elementos de la SPSC, a fin de evitar otro disturbio.

Las tres diputadas carmelitas fueron puestas en libertad, minutos después de su aseguramiento, aunque el resto de los detenidos serán procesados por motín, daños en propiedad ajena, pandillerismo y lesiones, ya que fuentes no oficiales reportaron al menos dos lesionados y la posible portación de arma de fuego.
Los detenidos se encuentran en los separos de la Fiscalía General del Estado de Campeche (Fgecam), y hasta el cierre de esta edición no se había definido su situación jurídica. Esperan instrucciones de la gobernadora para proceder.