Se acumulan las quejas contra Jamile Moguel Coyoc, sin que ninguna autoridad responda a los reclamos de los afectados. Qué extraño que ni el diputado Antonio Jiménez ni Morena, se hayan pronunciado contra esos despidos…
Circula en redes sociales una carta de exempleados de la Fundación Pablo García, en que acusan a su directora, Jamile Moguel Coyoc, de despidos injustificados, y de haberlos traicionado y engañado, además de que con prepotencia y soberbia, se niega a dialogar con ellos para por lo menos pagarles los sueldos devengados.
En sus partes medulares, la carta denuncia: “A Jamile Moguel no le bastó con correr a los directores, el último día de vacaciones le dijo al personal de contrato que saquen sus cosas porque nos iban a cambiar de oficina, nuestra sorpresa al llegar en enero fue que no nos dejaron pasar, nos trataron tal cual ladrones, y el cuento de llevarnos nuestras cosas fue una mentira, porque no tuvieron el valor de decirnos que nos iban a despedir”.
“No sólo eso. No pagaron las tres quincenas de aguinaldo correspondiente, pedimos su apoyo y ella lo tomó tan mal, que la represalia fue despedirnos, la Fundación quedo vacía. Trabajadores de 15, 20 años fueron despedidos, de Biby Rabelo hablan, pero de esta persona inhumana que dejó sin empleo a muchas personas que tienen hijos, necesidades, no se dice nada”.
“Larrazilla aseguro que la aprobación de recursos no era para meter gente, pero esta señora de sonrisa hipócrita metió a mucha gente nueva y con sueldos de 10, 000 pesos mensuales, y no sólo eso, la Fundación, que antes permitía la entrada a los ciudadanos, ahora es una dependencia que le cierra las puertas al pueblo y los dejan esperando afuera en el sol por horas”.
“Apenas tiene 3 meses en el cargo y ha tenido denuncias, polémicas, no ha dado talla ni en la dependencia menos relevante. ¿Ese es el tipo de funcionarios que quiere la gobernadora? Deberían sacarla ya y poner un director sustituto, en tantos años de un buen manejo en la Fundación, ni Ucán se atrevió a hacer estupideces como ella. Lo peor de todo es que ella no ha hecho nada por Morena más que ser la actriz protagónica, sacándole provecho a su atentado y ni por eso ganó por su actitud prepotente y su sonrisa hipócrita”.
Y en efecto, se acumulan las quejas contra Moguel Coyoc, sin que ninguna autoridad responda a los reclamos de los afectados. Qué extraño que el diputado Antonio Jiménez no se haya pronunciado contra esos despidos, o que el líder estatal de Morena, el chilango Erick Reyes, tampoco les haya enviado refuerzos, toldos, sillas y baños portátiles a los afectados, para que luchen contra esta injusticia.
Aunque bueno, se trata de lucrar políticamente con los conflictos laborales de los adversarios políticos del régimen y del partido, no luchar contra las injusticias y abusos. ¡Qué lejos están de los ideales que tanto defendía su fundador y gurú tabasqueño!
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