En su videocolumna Que alguien me explique, para Código Magenta, Ramón Alberto Garza hace un llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum a sacudirse la influencia de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, pues tiene mucho por rectificar y urge reconstruir.
Presidenta Claudia Sheinbaum, expresa, es entendible que tengas una gratitud histórica, personal, entrañable hacia quien fue tu mentor político, pero no puedes y no debes permitir que te conviertas en rehén de sus caprichos transexenales. Tus actos definirán de qué madera estás hecha.
A partir de hoy tienes el bastón de mando, quien te lo entregó ya no es su dueño, a menos que tú se lo permitas o le cedas tu poder.
No te pedimos rompimiento, sino sana distancia con quien y tuvo su oportunidad de gobernar seis años y la desperdició, sabes bien que hay demasiado por rectificar, que es urgente reconstruir, y si no confrontas las cifras alegres del anterior sexenio y rectificas, acabarán por anticipar el fin de tu sexenio.
Enfrentarás los datos reales, la herencia maldita que te dejó López Obrador, pero no los escondas ni maquilles, porque si no lo revelas ni rectificas, el estallido en tus manos será endosado a tu incompetencia.
Ya verás la quiebra de Pemex, lo que la familia Bartlett hizo con una endeble CFE y los miles de millones que necesitarás para mantener a flote el Tren Maya, Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, pero esto palidece con el déficit fiscal de tu antecesor.
El recorte al gasto público será muy doloroso, y si no actúas, la revocación de mandato te cobrará factura.
Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, amaneces hoy como jefa de Estado, en un convulso México al que le has prometido un segundo piso, confiemos en que esto no acabe en un segundo pozo.
De tu decisión y de tu voluntad depende conquistar el cielo o caer más profundo en el infierno del desprecio y el olvido. Es tu hora, Claudia.
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