Gobierno de sobornos

Ante el desplome de su popularidad y el riesgo que eso representa para los procesos electorales venideros, la Tía Rata insiste en su política de regalar dádivas  a diversos segmentos de la sociedad, entre ellos a periodistas…

La Tía Rata supone que regalando migajas, despensas, camas, colchones, refrigeradores, bicicletas, motocicletas, automóviles o repartiendo dinero a diestra y siniestra, va poder mantener el control político del reino de la Culebra y la Garrapata para que imponga a su sucesor o sucesora dentro de tres años, soltó de bocajarro don Memín, el bolero más popular del Parque Principal.

La noche había caído en su totalidad sobre el Centro Histórico de nuestra bella capital. Los cahuises ya pernoctaban en las copas de los árboles, y la brisa marina, antes refrescante, ahora causaba frialdad a los consuetudinarios asistentes a las charlas vespertinas.

—“Anda usted muy alebrestrado —le respondió doña Chela al rechoncho personaje— todo eso que usted dice ya lo hemos platicado aquí, pero por favor, aclárenos si se refiere usted a algo más concreto o a un tema en particular”.

—“Es que me soltaron el chisme de que la senecta mandataria regaló camionetas y autos último modelo a su staff de chayoteros, aplaudidores, lambiscones e “influencers” para que hablen maravillas de ella y difamen y ataquen a todos los adversarios políticos de este régimen”, respondió don Memín.

—“Es un rumor que se soltó hace unas semanas —expresó don Julián— y que casualmente coincidió con el tiempo en que varios de esos “comunicadores” y “comunicadoras” estrenaron automóviles último modelo. Algunos, por cierto, de lujo, que no hubieran podido obtener si no fuera por el generoso chayo de la viejita de Palacio”, externó.

—“Bueno, yo recuerdo que uno de los viejos gobernadores de antaño regaló casas a sus periodistas de cabecera, así que no le encuentro la novedad a esas acusaciones que sostienen”, acotó el poeta Casimiro.

—“Tú ya pareces integrante de la granja de bots aplaudidores de la Ruca Gacha, le respondió don Memín. Aquí el caso es que ella y sus corifeos y toda la 4T en su conjunto se la pasan pregonando que no son como “ellos”, o sea, como los gobiernos anteriores, pero ya vemos que en efecto, no son iguales, son peores, más descarados, más toscos para sus actos de corrupción”.

—“Lo peor de todo es que se sigue demostrando un pésimo manejo del presupuesto público. Destinar varios millones para sobornar periodistas con vehículos nuevos, o para organizar posaditas en las cabeceras municipales con artistas de renombre internacional que cobran en dólares, no es algo que vaya a generar desarrollo económico. Eso sí, busca rescatar algo de la popularidad que ha perdido la senecta gobernanta, porque ya está a un paso de ser la más repudiada de todo el país, y eso no sólo tiene costos electorales, sino que la pone en la mira de la Emperatriz Claudia, que de por sí no tiene buenas referencias de ella”,  apuntó don Julián.