Jubilados le gritan “Sandra no seas ‘rata’, páganos la plata”
Al grito de “Sandra no seas ‘rata’, páganos la plata”, de nueva cuenta un grupo de jubilados de la Universidad Autónoma del Carmen (Unacar) protestó en las puertas de Rectoría, para exigir que les paguen.
Acompañados de Ramón Magaña Martínez, los extrabajadores estuvieron aproximadamente dos horas frente a las instalaciones de la Unacar, después se retiraron no sin antes advertir que seguirán las protestas.
Las exempleadas Maribel Herrera, Judith Acosta, María Damas y María del Carmen Luz Vargas, recriminaron que la rectora Sandra Laffón Leal las ignore, pues desde que llegaron a protestar ningún funcionario de la Universidad se les acercó para dialogar.
Una inconforme reveló que a 10 compañeros les pagaron una parte (de dos a tres quincenas), pero ya han corrido tres pagos más que suman cerca de nueve meses de atraso.
Se quejaron de que Laffón y Juan Pablo Cetina Monterrey no dieran la cara durante las casi dos horas —desde poco antes de las 10 de la mañana— que permanecieron en las afueras de Rectoría, en la avenida Juárez.
Quienes sí llegaron de inmediato fueron dos patrullas y dos motopatrullas para “vigilar” la protesta.
Los inconformes anunciaron que seguirán manifestando hasta que les regularicen sus pagos y sea seguro, pues en la actualidad cada quincena están con el “Jesús en la boca” en espera de que les cumplan.
Estamos dándole molestias al pueblo por gente que no nos paga. Lo único que pedimos es que nos paguen, que regularicen los pagos, tanto de maestros como de los que hacen falta, agregó otra jubilada.
“Cuando realizamos el primer paro en octubre, la rectora estuvo por aquí y prometió apoyarnos para que todo se normalizara, sin embargo no ha cumplido”.
Como muchos la conocíamos, confiamos en ella y por eso la mayoría le dio el voto de confianza, que ya perdió porque no vemos gestión de su parte, expusieron.
—¿Qué opinan de quienes han dicho que prefieren que los jubilados se vayan muriendo?, se les preguntó.
—“Apenas ayer se acaba de morir un compañero maestro, a quien ni siquiera le pagaron una sola quincena, contestaron molestos.
De la culpa de esta catástrofe financiera en la Unacar, culparon a los rectores que han pasado y a la actual por no hacer las gestiones correspondientes.
Reiteraron que cuando sacaron al rector anterior —José Antonio Ruz—, Sandra Laffón juró que no iban a fallar los pagos, y pidió la apoyáramos, pero todo quedó en promesa.
—¿Cómo subsisten sin salario?, se les interrogó.
—“Pues algunos con apoyo de familia e hijos, así estamos, pues mucha gente es bastante grande y las enfermedades y medicamentos, son algo costoso que no podemos subsanar.
Para concluir expresaron que su futuro es incierto, una preocupación, ya que no saben qué pasará más allá, si definitivamente ya no les van a pagar.
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