Mientras que las pruebas de la corrupción en que incurrió Ramón Ochoa Peña se acumulan, el Gobierno de la nefasta y perversa Layda Sansores, prefiere perseguir a los denunciantes y proteger con la impunidad al funcionario…
El caso del titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SDA), Ramón Gabriel Ochoa Peña, a quien pobladores y productores del ejido San Pablo Pixtún, Champotón, acusan de haber desviado casi cuatro millones de pesos para la construcción de un camino cosechero y la rehabilitación de un campo de béisbol, confirma que el Gobierno de la nefasta, corrupta y mentirosa Layda Elena Sansores San Román, es de abusos, corrupción e impunidades.
Mientras que la denuncia que presentaron los campesinos y productores pixtunenses en la Secretaría de la Contraloría contra Ochoa Peña, reposa en el fondo de algún cesto de basura, la que este funcionario presentó por “daño moral” en contra de sus denunciantes, ha sido agilizada de manera sorprendente, ya fueron citados a comparecer el principal implicado, el representante de los labriegos, Abigaíl Chan Piña, así como otros declarantes, y nadie duda que serán declarados culpables del supuesto daño que les imputan.
Y así, de ese modo grotesco, burdo, arbitrario, prepotente y absurdo, “combate” el nefasto Gobierno de Todos los Corruptos Sansores las denuncias ciudadanas por hechos de corrupción. De esta forma torpe, la exluchadora social, Layda Elena, pretende aniquilar a los luchadores sociales que hoy le demuestran a su Administración, que las leyes no se acatan, sino que las utilizan para acosar y reprimir al adversario. Qué contradicción. Qué paradoja. Qué desvergüenza.
Lo peor es que las pruebas de la corrupción en que incurrió Ochoa Peña se acumulan. Briceida Vela Caballero, habitante de Pixtún, en el Municipio de Champotón, declaró, a pesar del riesgo que corría de también ser denunciada y perseguida, que para “resolver” la denuncia en su contra, el titular de la SDA falsificó documentos con firmas apócrifas e involucró a campesinos que nada tienen que ver con el Comité de Recepción de Obras.
Briceida Vela exhibió el acta de recepción de la obra, que asegura es falso, porque involucra a su padre Alberto Vela Uitz y a su hermano Juan Manuel Vela Caballero, cuando ellos nunca firmaron, por lo tanto, sus rúbricas fueron falsificadas. “Cuando el Gobierno Federal haga una auditoría, no quiero que mi papá esté envuelto en un hecho donde no participó”, subrayó, y recriminó que por la corrupción que hace mal uso de los recursos federales se esté involucrando a gente inocente.
Otros muchos pobladores han declarado en plena coincidencia con lo que denuncia Abigaíl Chan y sus representados. A ellos les consta que el tal camino nunca se hizo y que el campo de béisbol jamás fue remodelado. Nadie sabe qué se hizo con el dinero, pero pretenden resolver este dilema y exonerar a Ochoa Peña con un acta de recepción que, para colmo, tiene firmas falsas.
Valiente la estrategia que tiene el perverso Gobierno de Layda Sansores de combatir a la corrupción: atacando a quienes tienen la valentía de presentar la prueba de los desvíos y de las corruptelas. Como antaño, los que ostentan el poder, contra el pueblo indefenso. ¿No era eso lo que quería combatir y erradicar la 4T?
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