Todo lo que se haga para el mejoramiento de la seguridad pública en nuestra capital, es bienvenido, sobre todo por los pésimos resultados que en esa materia ha dado el ineficiente Gobierno de Layda Sansores…
No le agradó en absolutamente nada a la vengativa gobernadora Layda Elena Sansores San Román, ni a ninguno de sus asesores, la creación de la nueva Dirección de Proximidad y Protección Civil, que tendrá como sus principales funciones “tener limpio, ordenado y seguro el Centro Histórico y nuestros barrios tradicionales”, y que tendrá como directora a Guadalupe del Carmen Rodríguez Chávez, quien fungió en el trienio pasado como directora de Protección Civil.
Les molesta que entre el personal que se integrará a esa nueva dirección se encuentren muchos, sino es que todos, los agentes policiacos que se sublevaron contra la secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, y quienes fueron despedidos arbitraria e injustamente tan sólo por exigir el respeto a sus derechos.
En los hechos, estos nuevos elementos fungirán como una especie de Policía Municipal, y eso es lo que le desagrada a la nefasta gobernadora, a Marcela y a todos los asesores y matraqueros estatales. La plaza Campeche podría “calentarse” en los meses siguientes, y se podrá confirmar si, en efecto y como muchos sostienen, hay acuerdos oscuros y perversos entre los “marcelos” y un sector de la delincuencia organizada.
Por lo pronto, hay que admitir que todo lo que se haga para el mejoramiento de la seguridad pública en nuestra capital, es bienvenido, sobre todo si tomamos en cuenta los pésimos resultados que en esa materia ha dado el ineficiente Gobierno de Layda Sansores y de su secretaria Marcela Muñoz, cuya fortuna y propiedades particulares, así como su ostentoso estilo de vida, no soportarían ni la más pequeña revisión de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Hay la instrucción de los “comunicadores” oficiales de la inepta gobernadora, para desacreditar la creación y el funcionamiento de esa nueva Dirección. Se ha llegado al extremo de convocar a la ciudadanía a no respetarlos ni a aceptar las sanciones o acciones que realicen los nuevos agentes, ignorando el longevo precepto de que cualquier ciudadano puede detener a un delincuente cuando esté cometiendo el ilícito, es decir, “in fraganti”.
La duda es, ¿va a aceptar la Fiscalía las consignaciones que esos nuevos agentes puedan hacer de los presuntos delincuentes capturados en plena comisión del delito? ¿O llegarán al extremo de acusarlos de secuestro?
Todo puede suceder. La operatividad de esa nueva corporación va ser un verdadero enigma, pero los ciudadanos de buena fe esperemos que coadyuven para que Campeche pueda recuperar los niveles de seguridad que perdimos desde que llegaron Layda Sansores, Marcela Muñoz y todos sus foráneos.
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