Manuel R. Gantús Castro
“Vuelve el rico a sus riquezas, vuelve el pobre a sus pobrezas y el señor cura a sus misas, porque en mi calle se acabó la fiesta”.
Joan Manuel Serrat.
Una vez pasado el aquelarre que significa un informe presidencial, aunque haya sido en Campeche, en modesto y austero escenario, no dejó de notarse que en la primera fila, quedaron tres sillas vacías…
Por una fuente creíble me informaron que una de ellas estaba con mi nombre…
Y es más, continúa esa “garganta profunda” (como en el Watergate) que el mismo Peje preguntó por aquél médico que pronunció el saludo de bienvenida en el año del 2005,en su visita a Campeche, por cierto hace unas semanas, recordado por Adán Augusto en el camino a la elección del candidato por Morena para la Presidencia.
Y como el tío Lolo, nadie supo ni nadie se acordó de ese sencillo galeno, que leyó un documento histórico ya que al año siguiente le fue robada la Presidencia que el tal sencillo y humilde profesionista había dado por segura y que el buen Peje, le había agradecido, de puño y letra, tan sincero y emotivo saludo.
Pero así es la vida y quedé triste por ese descuido involuntario, quiero pensar, de no haber sido invitado y sobre todo, por creer que el señor Presidente me hubiera olvidado, no sólo por ese bellísimo saludo, sino también por todos mis artículos a su favor durante esos 12 años de campaña que culminaron en su arrollador triunfo, verdadero fenómeno socio político.
Más mi humildad y sencillez, que como el niño, perdona y olvida, así yo también, perdono y olvido.
Muchas gracias, no se angustien ni preocupen.
Ojalá y gane Adán Augusto, quien si se acordó de mí y seguramente, por lo menos, me invitará a su coronación.
¡Espero!
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