Batalla ganada

Luego de la histórica jornada electoral del pasado domingo, los ciudadanos libres y valientes se reunieron para hacer una evaluación de los resultados, y concluyeron que la lucha tiene que seguir…

En los rostros de los habitantes de la capital se reflejaba el júbilo y la felicidad, cuando los funcionarios de casillas concluían el cómputo de votos y pegaban las lonas con los resultados oficiales que confirmaban la felpa electoral que le pusieron a los candidatos guindas y a su jefa, la Tía Rata.

Rondaban ya las 11 de la noche y diversos grupos de ciudadanos con libreta en mano y las cámaras de sus celulares grabando cada incidente, se mantuvieron en las afueras o en el interior de las casillas, si así se los permitían, para atestiguar esta jornada histórica en que se confirmó que el despertar cívico dio otro paso adelante en esta lucha por la democracia y por la justicia.

Doña Chela era una de las ciudadanas que, sin ser militante de ningún partido y mucho menos fanatizarse por alguna sigla política, estuvo al pendiente del cierre de las casillas, del cómputo de los votos, y de que en la jornada comicial no se registraran incidentes. Se veía cansada, pero su rostro brillaba cuando se “cantaban” las cifras finales, y éstas no favorecían a los abanderados de la represora, autoritaria y corrupta mandataria.

Después de concluir con el cómputo en la casilla donde votó, doña Chela se dedicó a recorrer otras casillas para repetir el mismo esquema: Tomar gráficas y videos del conteo de boletas, verificar que no hubiera gente extraña haciendo presión, y sumarse al júbilo cuando se colgaban en el exterior las lonas con las cifras oficiales. En varias casillas la gente estalló en aplausos y porras: “Sí se pudo, sí se pudo”, coreaban.

Al día siguiente, en la charla vespertina con don Julián y sus amigos, el comentario generalizado fue que se había ganado una batalla, pero que la guerra aún tenía que continuar.

“Es difícil vencer al poder público —externó don Julián— tienen todo, desde el dinero hasta el poder para la movilización durante la jornada de votaciones, sin contar con que nuestras autoridades electorales se hicieron de la vista gorda y les dejaron pasar todos sus excesos. Aún hay esperanzas de que en las instancias federales se pueda rescatar algo, sobre todo en los distritos y Municipios donde los resultados fueron muy cerrados”.

Y agregó: “El pueblo tiene que sentirse orgulloso de su participación ejemplar durante la jornada comicial. Cumplimos con nuestra obligación. Los que se deben sentir avergonzados son aquellos que desde la tenebra organizaron el fraude, la compra de votos, el acarreo de votantes, el soborno a los funcionarios de casilla para que no se presenten, y claro, los ciudadanos que se dejaron sobornar a cambio de unos cuantos pesos. ¡La lucha sigue y no hay que rajarse!”, externó don Julián…