MORENISTAS VS. MORENISTAS. Templo Mayor, de Reforma, comentó que esta semana “no hubo Martes del Jaguar, pero a Layda Sansores se le soltaron las fieras en Campeche, en una nueva exhibición de que nomás no trae control de ese Estado”. Control tiene, lo que le falta son ganas de gobernar. Aquí va el resto del comentario.
“Resulta que los morenistas le dieron golpe de Estado ¡a otros morenistas!, para quedarse con el control de la bancada guinda en el Congreso… y de paso con los órganos de administración del Legislativo y sus recursos… Antonio Jiménez quitó a Alejandro Gómez Cazarín… Dicen que todo se debe a que Layda Sansores anda más interesada en sumarse a la campaña presidencial morenista, lo cual ha provocado pugnas por ver quién se queda en su lugar cuando pida licencia como gobernadora”.
Precisamente porque no iban a sublevarse unos morenistas contra otros, es que se especula que la mano de Layda Sansores estuvo detrás de la defenestración del jarocho Gómez Cazarín, cuyas intenciones de quedarse de interino en caso de que la patrona pidiera licencia, eran palpables. Antonio Jiménez le resultó más dócil a la mandataria para poder imponer a un sucesor. Veremos qué pasa.
DIPUTADOS SINVERGÜENZAS. La nota que circuló Reforma sobre la riña en el Congreso local ventila, entre otras cosas, que los diputados locales ganan más que el Presidente. Gómez Cazarín afirmó que el conflicto se originó porque la otra ala morenista solicitó un aumento de salario.
“No tienen llenadera. Ganamos los diputados 120 mil pesos y querían 100 mil pesos más. Quieren ganar el doble del Presidente. Ahora hay un usurpador ilegítimo que se llama Antonio Jiménez, hicieron ellos ilegalidades desde la convocatoria, que carece de legalidad, porque quien tendría que convocar sería yo y no ellos, están usurpando funciones”.
Entonces, ¿dónde queda eso de la austeridad republicana que tanto cacarea la mentirosa gobernadora? Queda claro que faltan a los principios de su propio partido, pues mienten y traicionan al pueblo. Todos los diputados locales de Morena se están embolsando abultados salarios, mientras el pueblo pobre agoniza ante los altos índices inflacionarios, que no dejan de incrementar el costo de la canasta básica. Son unos cínicos sinvergüenzas.
LES ESTORBABA EL JAROCHO. Falta ver hasta dónde llegará Gómez Cazarín con su amenaza de que va a exhibir los embutes que dio a los sublevados diputados, y si va a entregar el cargo por las buenas o por las malas, pues su esposa Teresa Xóchitl Pitzáhuatl Mejía Ortiz es investigada por desvíos en la Secretaría de Bienestar, y a él se le acusaba de malversar fondos del Congreso.
Es cierto que Gómez Cazarín se ausentaba con frecuencia del Congreso, aunque justificaba que era por un tema de salud, que desviaba millonarios recursos para promocionar su imagen en el Municipio del Carmen, donde aspiraba a la Presidencia Municipal, pero también que soñaba con quedarse de interino en caso de una eventual solicitud de licencia de la gobernadora Layda Sansores para unirse a la campaña de Claudia Sheinbaum.
Feliz se vio a Pablo Gutiérrez Lazarus, que ahora se queda sin contrincante de Morena para repetir en esa alcaldía. También festeja Antonio Jiménez que podrá quedarse tres años más en el Congreso a coordinar su bancada y manejar los jugosos recursos de la Junta de Gobierno y Administración. Y desde luego, respira más tranquilo Seso Loco, que no podía meter mano al Legislativo con el jarocho a cargo. A todos les vino bien la salida de Gómez Cazarín.
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