EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 04 JULIO 2024

SEPULTURERO TRICOLOR.

Los Frentes Políticos de Excélsior del pasado lunes no fueron nada favorables para el exgobernador Alejandro Moreno, que este fin de semana se apresta para reelegirse en la dirigencia del PRI con una asamblea a modo. Transcribimos:

“El PRI se prepara para una ‘reforma profunda’. Alejandro Moreno Cárdenas, el líder que no quiere soltar el control, promete cambios que incluyen hasta el nombre del instituto político. Pero ¡oh, sorpresa! Militantes ven esto como una mera cortina de humo. Y ven el verdadero objetivo, que es a Alito perpetrándose en el poder. Desde que tomó las riendas del PRI, en 2019, el partido ha perdido 10 gubernaturas. De 12 Estados que gobernaba, ahora sólo mantiene Coahuila y Durango, y eso gracias a las alianzas con el PAN y el PRD. Alejandro Moreno, más que un líder, parece el sepulturero tricolor. La historia ya lo juzgó.”

Los números no mienten, el PRI es hoy la cuarta fuerza política del país, con presencia mínima en las cámaras de Diputados y Senadores. Si no hay un cambio profundo, que incluya la dirigencia, será imposible levantarlo. 

“EL VAMPIRO ALITO”.

La Crónica de Hoy, en su editorial Pepe Grillo del lunes, comenta también la perpetuación de Alito Moreno en la presidencia del PRI. Dejamos el mismo titular y reproducimos tal cual.

“Muchos pensarán que es una broma macabra, pero al interior del tricolor crecen las versiones de que Alito Moreno anda buscando una forma de permanecer como dirigente nacional. Tiene el control del Consejo Nacional, donde le aplauden todas sus derrotas como victorias históricas.

Dulce María Sauri denunció que Alito le piensa chupar la sangre a lo que queda del PRI. Es un vampiro tricolor cuya misión parece ser, según la misma Sauri, que el Revolucionario Institucional pierda el registro en el 2030, siguiendo los pasos del PRD.

Alito quiere hacer una asamblea para cambiarle al PRI colores, lema, nombre, todo menos a su actual dirigencia, que ellos se queden. Lo más dramático en esta etapa de declinación es que casi nadie se queja”.

Las cosas no van bien en el tricolor, que no tardará en quedarse sin militancia ante la terquedad de su dirigente, que optará por seguir el mismo camino del PRD a la extinción. Qué lamentable.