Finalmente salieron a la luz pública las irregularidades administrativas y el desvío de recursos que motivaron la salida, hace ya dos años, de la entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Movilidad y Obras Públicas del Gobierno del Estado, arquitecta Karla Gelisle Sánchez Sosa.
En la revisión de la Cuenta Pública del Ejercicio Fiscal 2022 del Gobierno del Estado de Campeche, se observan 10 pliegos de observaciones a la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas e Infraestructura (Seduopi) por más de 62 millones 572 mil pesos, que tienen que ver principalmente con irregularidades durante la construcción de la antes llamada “Ciudad Administrativa”, que posteriormente se quiso convertir en “Ciudad Segura” o “Ciudad de Marcela”, y que ahora buscan convertir en obra insignia de la actual Administración Estatal, aunque la hizo la anterior.
La “Ciudad Administrativa” es el ejemplo más contundente del fracaso e ineptitud del Gobierno de la corrupta Layda Elena Sansores San Román, que ha sido incapaz de concluir esta obra que ya llevaba significativo avance, pero que paralizó provisionalmente por supuestos hechos de corrupción de los cuales no ha sido presentada ninguna denuncia penal, por lo que nadie ha sido detenido. O sea, no existían irregularidades.
Pero tampoco ha sido castigada la arquitecta Karla Gelisle, pese a que se le documentaron las irregularidades en que incurrió. La gobernadora Sansores la mantiene cobrando un jugoso emolumento en algún rincón de Palacio de Gobierno, mientras de dientes para afuera grita que su principal propósito es combatir la corrupción. ¿Sí? Por dónde, porque su putrefacción es inocultable.
Pues bien, resulta que durante el periodo de Karla Gelisle, detectaron irregularidades por más de cuatro millones 753 mil pesos para el suministro e instalación de ductos, rejillas, conexiones, válvulas, accesorios y controles para el sistema de aire acondicionado del edificio 4 de la Ciudad Administrativa.
También desviaron al menos siete millones 39 mil 106 pesos por suministro y puesta en operación del sistema de aire acondicionado del mismo edificio, así como otros 25 millones 671 mil 218 pesos para instalación de paneles solares de diversos edificios estatales.
También hubo faltantes por más de 15 millones de pesos para cuatro obras de mantenimiento de tres aeropistas ubicadas en Calakmul, Candelaria y Escárcega.
En el informe técnico de las cuentas públicas no se informa si la arquitecta Sánchez Sosa solventó las observaciones que se le presentaron, si ha saldado los desvíos de que se le acusa, o si ha recibido alguna otra sanción, ya que el castigo de la inhabilitación para ocupar cargos públicos parece que le fue amnistiado por la ineficiente gobernadora Sansores, ya que esa exfuncionaria sigue cobrando en Palacio de Gobierno, y en agradecimiento, es de las cuentas de Facebook que todo aplaude y festeja a la mandataria.
Pero el asunto aquí sigue siendo el tema de la impunidad, puesto que si en el desempeño de su cargo, la arquitecta Karla Gelisle demostró ineptitud y corrupción, debió ser suspendida para ocupar otros cargos, sin pasar por alto las sanciones contenidas en el Código Penal por los delitos en que haya incurrido.
Faltan a su deber tanto la Auditoría Superior del Estado de Campeche, como los borregos diputados, que aprobaron sin chistar esas cuentas pero no informaron a la comunidad si los recursos desviados fueron devueltos o recuperados o si otros servidores públicos fueron sancionados, inhabilitados o encarcelados.
El tema del combate a la corrupción en Campeche es letra muerta. Todo el discurso que al respecto pronuncia cada semana la negligente, cínica y sinvergüenza Sansores San Román, no es más que para perseguir a sus enemigos y adversarios políticos, pero a los de la casa, que sí son corruptos y ladrones, les perdona todo y hasta les mantiene el sueldo. Qué tal.
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