Hospital de Pemex está deplorable y sin medicamentos

Mejorarlo no es favor, sino un derecho

En condiciones deplorables y de abandono están las instalaciones del Hospital General de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Carmen, donde desde hace varios meses los baños no funcionan de manera adecuada, mientras el desabasto de medicamentos es evidente, denunció el presidente de la Asociación de Jubilados Petroleros, Carlos León Ramírez.

Lamentó que Octavio Romero Oropeza, director general de la empresa productiva del Estado, malinforme al presidente Andrés Manuel López Obrador, para tratar de esconder su incapacidad en un supuesto boicot de trabajadores, cuando los compañeros jubilados y familiares fallecen al no poder soportar la carga de comprar medicamentos de control.

“Le debe quedar claro a Romero Oropeza que no nos hace un favor con ordenar el debido abasto de medicamentos y la mejora de instalaciones de los hospitales del sector petrolero, ya que es un derecho consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y refrendado en la Cláusula 89 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT)”.

Semanas atrás, trabajadores y jubilados de otras instalaciones de Salud denunciaron estas condiciones ante diversos medios de comunicación, y cuando hay alguna mejora el argumento es que se trata de evidencias del pasado, pero son del presente.

“El desabasto de medicinas es evidente. Desde que pasas por la farmacia puedes apreciar que no hay fármacos para atender padecimientos crónico-degenerativos, de los de especialidades mejor ni los mencionamos, pues algunos no los conocen siquiera”.

En el pasado —refirió León Ramírez—, era un orgullo ser derechohabiente del servicio de salud de Pemex, pero en la actualidad es una vergüenza, pues no hay insumos ni para curaciones simples, “y no queremos pensar qué pasará de surgir una contingencia en las plataformas marinas en la Sonda de Campeche”.

Más que una confrontación con los directivos de Pemex, es un llamado de auxilio al Presidente de México, para que ponga más interés en el mayor activo de la petrolera nacional: los obreros y sus familias, y en uno de los rubros más sensibles como lo es la salud.

“Ya basta de argumentos, los trabajadores petroleros, activos y jubilados exigimos atención y urgente mejora de los servicios médicos, así como estricta vigilancia en seguridad e higiene, donde compañeros se exponen ante la falta de equipo de protección personal”.