Mitómana compulsiva

La difusión de los audios donde la senecta de Palacio confiesa que la elección está en riesgo, admite que no ha hecho obra pública y revela que el Presidente los obliga a devolverle el presupuesto estatal, parece ser parte del “fuego amigo” para distraer la atención respecto de los graves problemas que aquejan a nuestra entidad, mientras la gobernanta continúa de paseo por el extranjero.

Que nadie se sorprenda si al final del día se descubre que tales audios, los cuales fueron desmentidos de inmediato por la senecta mandataria, fueron elaborados desde las mismas instalaciones donde el sobrino loco espía a los ‘enemigos’ del régimen y en donde se elabora toda la guerra sucia contra Alito, Eliseo, Biby Rabelo o los periodistas incómodos.

Todo apunta a que se trata de ‘bolas de humo’ para distraer la atención, pero es también una seria advertencia del sobrino de la mandataria acerca de las perversidades a que puede recurrir si le continúan acotando su poder y lo siguen relegando de la posibilidad de ocupar espacios públicos.

Usted sabe,  estimad@ lector (a), que el sobrino tarado anda rumiando su coraje porque no lo pudieron colocar en las listas de diputados federales o de senadores plurinominales. Que la Tía no tuvo las suficientes influencias para asegurarle el fuero federal a su desquiciado pariente, y que si por alguna razón se pierde la elección presidencial, existe la muy segura posibilidad de que empiece una cacería de brujas en contra de todos los que han incurrido en abusos, tanto en la Administración Federal como en la del Estado.

Difundir audios de esa naturaleza, en donde la mandataria quedó muy mal parada, es el estilo muy personal del sobrino tarado. Lo mismo le hizo a Alito. Le grabó algunas conversaciones comprometedoras, y las difundió en el programa patético ridículo de los martes, con la finalidad de aniquilar al dirigente nacional del PRI. Algo que por cierto, no lograron.

Ahora es la voz de la Tía la que se escucha en conversaciones realmente preocupantes, en que se ordena incluso sobornar a líderes de colonias para que operen el fraude electoral del próximo 2 de junio, y se nos adelanta qué papel jugaría la policía en los comicios venideros. ¿Alguien duda que esas sean las instrucciones reales de la gobernadora?

Tal vez sea recomendable hacer estudios técnicos para determinar si esos audios son auténticos y en su caso, investigar las graves irregularidades que confiesa la mandataria, pues claramente se aprecia que incurre en el ejercicio indebido de sus funciones públicas.

Culpar a sus enemigos políticos por la elaboración y difusión de esos audios, es de lógica elemental. Así ha sido todo su Gobierno. Dando palos a diestra y siniestra, pero sin poder hasta el momento asestar algún golpe demoledor en contra de ellos. La gobernadora miente por gusto. Por placer. Tal vez sea lo único que le queda para tratar de esconder el rotundo fracaso de su Administración.

Pero no hay que perder de vista a esos comprometedores audios. Podrían meter en graves líos a la propia mandataria no sólo con la ley, sino sobre todo con su gurú presidencial. Y si éste le retira el manto protector, ¡aguas! Sería el inicio de su fin.