Las nuevas empresas e inversiones no caen del cielo por milagro, por eso hay que generar las condiciones y la infraestructura para que puedan asentarse…
Mucho se ha quejado la Tía Rata de la falta de inversiones en este reino de la Culebra y la Garrapata, pero nada dice sobre su irresponsabilidad, al no exigir que en lugar del derroche multimillonario e inútil para la construcción del tren de las dos mentiras —que ni es tren ni será ligero— se hubieran invertido esos cinco mil millones de pesos para infraestructura, sea agua potable, electricidad, áreas para la instalación de empresas, etcétera.
—“Mucho se le insistió en que en lugar de derrochar cinco mil 600 millones de pesos para su falso trenecito, se hubiera erogado al menos mil millones para concluir el acueducto de Hobomó, que lleva años sin operar porque le faltan muchos detalles, o se hubiera mejorado la red de distribución de agua potable en varias zonas de la ciudad, principalmente donde pueden instalarse empresas, fábricas o incluso para la construcción de casas”, comentó don Memín.
—“La verdad es que la falta de agua potable para la ciudad capital es un asunto de urgente solución —coincidió don Julián. De hecho, desde hace más de tres años que no se construye un solo fraccionamiento, porque los terrenos disponibles carecen de infraestructura hidráulica y ningún Gobierno se ha interesado en atender ese grave rezago”.
—“Yo no sé porqué dicen ustedes que no hay agua, bromeó doña Chela, si cada vez que nos pega un aguacero toda la ciudad se va a pique, principalmente esas zonas donde se está construyendo el trenecito de las dos mentiras. Las áreas de la ciudad que antes no se inundaban ahora están sufriendo la falta de planeación adecuada por parte de la empresa portuguesa Mota Engil, que tiene a su cargo ese proyecto”.
—“Ya debemos dejarnos de lamentaciones —sugirió el poeta Casimiro— y empezar a plantear soluciones. Eso de quejarse y lloriquear porque nuestros Estados vecinos están mejor que nosotros, déjenselo a la Ruca Gacha que ya está chocheando, yo creo que debemos exigirle a nuestros diputados que le metan mano al presupuesto y que dispongan de una buena partida para la consolidación de infraestructura, sea agua potable, electrificación, urbanización, etcétera. Las empresas y las inversiones no caen del cielo así porque así, hay que generar las condiciones para que suceda. Ojalá que la ancianita de Palacio ya se deje de lloriqueos y se ponga a planear el desarrollo de Campeche, ya lleva tres años de aprendizaje y la verdad es que está totalmente reprobada”, concluyó.
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