La corrupción y el contubernio entre directivos del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), provoca que las empresas que brindan servicios de alimentación y hotelería pongan en riesgo la seguridad, la integridad y la salud de los obreros, quienes a bordo de plataformas consumen alimentos de mala y baja calidad.
Así lo denunció el trabajador jubilado y disidente de la Sección 47, Jorge Luis Ríos Robles, al criticar que en ocasiones haya consumo de comida en estado de descomposición, tras lo cual vienen brotes de enfermedades gastrointestinales, como el ocurrido en la plataforma Akal Sierra.
El sindicato de Kidnie y Víctor Colunga está desesperado por protestar ante la mala calidad de las botas, pero en el tema del alimento, que también forma parte de las violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), guardan silencio, debido a las complicidades que tienen con las consignatarias.
Sin asegurar que se refiere a Prosugosa y GY-Masa, agregó que en ocasiones los líderes petroleros son propietarios o socios de estas empresas, por lo cual no pueden ir en contra de intereses propios.
“Los dirigentes de las secciones 42 y 47 del STPRM no protestan, ni hacen nada por defender el derecho de los trabajadores a una buena alimentación, porque son dueños o socios de esas empresas, a las cuales en contubernio con malos directivos de Pemex les adjudican contratos millonarios. Por eso no pueden hablar al respecto”.
Recordó que cada año aumentan las protestas de petroleros por el mal servicio de hotelería y alimentación, y desafortunadamente cada vez es más baja calidad de los productos que les ofrecen.
“Estas anomalías son resultado de los actos de corrupción que prevalecen por parte de malos servidores públicos de Pemex, quienes en contubernio con los directivos del sindicato petrolero, permiten que se violenten los derechos laborales”.
¿Y LA COPRISCAM?
Ríos Robles hizo un llamado a las autoridades de la Comisión para la Protección contra el Riesgo Sanitario de Campeche (Copriscam), a que en uso de sus facultades, de manera aleatoria y sin previo aviso, verifiquen los alimentos.
También le pidió checar la calidad del agua, pues dada su dudosa procedencia puede generar también brotes de enfermedades gastrointestinales.
Es lamentable que el personal del servicio médico a bordo de estas plataformas se preste al juego de los “mercenarios”, ya que atentan contra la salud de los obreros al evitar que bajen a recibir atención en el hospital de Pemex.
Como hay poca comunicación con la gente a bordo, salvo lo que dicen sus familiares, debe descartarse que en plataformas pueda ocurrir un brote de cólera, alertó por último Ríos Robles.
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