Tribuna Campeche

Diario Independiente

Falso indigenismo

El Gobierno de la senecta Layda Elena no ha presentado ni siquiera un diagnóstico actualizado acerca de la situación en que se encuentran las comunidades indígenas de la entidad…

Ha sido muy recurrente que en sus presentaciones públicas, la farsante gobernadora Layda Elena Sansores San Román recurra al idioma maya para saludar a su auditorio o invitados. En su show cómico, circense y musical de los martes,  ilustran incluso por unos minutos, con algunas frases o expresiones más comunes de ese idioma.

Se entiende que con eso, la senecta mandataria intente simular su aprecio, respeto o impulso por esa cultura, sus tradiciones, sus costumbres y su gente. Sin embargo, las acciones que hasta ahora ha desarrollado nos llevan a afirmar que se trata solamente de una postura demagógica.

De entrada, no es frecuente la presencia de la gobernadora en las comunidades indígenas mayas. Es más, no se tiene registro de que se haya reunido con representantes de esa etnia, o que haya presentado sus políticas públicas —proyectos, obras, acciones, etcétera— para el desarrollo de esas comunidades.

No sólo eso. Su falso indigenismo maya es para colmo, discriminatorio, pues según el Inegi, en nuestra entidad conviven también otras etnias como choles, tzeltales, kanjobales y algunos otros grupos minoritarios que han llegado a estas tierras producto de la migración natural o por conflictos de diversa índole, a quienes la histriónica mandataria hace a un lado cuando presume su sangre maya, de la cual por cierto, carece.

El Gobierno de la senecta Layda Elena no ha presentado un diagnóstico actualizado acerca de la situación en que se encuentran las comunidades indígenas. Ni la maya, ni las demás. Cuál es su nivel de alfabetización, sus condiciones económicas, la conformación de sus viviendas, si son de guano, cartón o de algún otro material.

Mucho menos ha impulsado estrategias para el desarrollo de esas poblaciones que, en su conjunto, rebasan las 100 mil personas, en más del 80 por ciento de la etnia maya. Y casi todos, en condiciones de extrema pobreza.

La simuladora Sansores sólo recurre al folclor, al histrionismo y la simulación cuando se refiere a esas comunidades. Cuando supone que por pronunciar dos o tres frases en ese idioma les está haciendo justicia, está rescatando su lenguaje o que con ello se vaya a recuperar el esplendor de siglos anteriores, cuando nuestros antepasados eran genios de la astronomía, la arquitectura e incluso la guerra.

Ha ocupado por tres años el Gobierno del Estado, y la olvidadiza Layda Elena no ha hecho absolutamente nada por los indígenas mayas y mucho menos por los otros. Tan es así, que ni los consideró en su formato carnavalero y de pasarela de su “mensaje político” del pasado jueves. Pura payasada pues. 

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