La comadre de la Tía Rata

No sólo medró políticamente con el suicidio de una de sus hijas, sino que se ostenta como periodista honesto, cuando su trayectoria ha sido de corrupción, chantajes, extorsiones y escándalos de raritos…

“Juana Papaya” le dicen  a un seudoperiodista oriundo de las tierras del cacao, el plátano y el Río Grijalva, que la hace de “patiño” en el lastimero programa de los martes, y quien además de incrustar en la nómina gubernamental a toda su parentela y de medrar políticamente con el suicidio inducido de una de sus hijas, ahora se dedica a desviar recursos públicos para satisfacer sus bajas pasiones, con personas de su mismo sexo.

—“También le dicen ‘Juana la Loca’, comentó don Memín, y cuentan que  la “gran participación” que presume durante los días de la llamada resistencia civil en 1997, era encerrarse en uno de los toldos del campamento donde pernoctaban los manifestantes, y realizar sus orgías homosexuales acompañado de un tal “Chi Marín”, quien fue durante varios meses el cabecilla de los grupos de choque que iban a apedrear oficinas públicas o a bloquear calles para exigirle dinero a los automovilistas y peatones. Un corruptazo de primera”.

—“Si los recuerdo —intervino don Julián— tanto a Juana la Loca como a la “Chi Marín”, y se cuenta que juntos, ambos raritos fueron encarcelados en la capital chenera por escandalizar en la vía pública completamente ebrios. Se cuenta que andaban acosando a chamaquitos para llevárselos al hotel para sus actos depravados, pero los denunciaron y los arrestaron vergonzosamente”.

—“Quienes lo conocen —intervino el poeta Casimiro— saben que Juana Papaya o Juana la Loca es un tipo conflictivo, mentiroso, chantajista, mercenario y traidor, de lo peor que hay en el medio. Ahora mismo, usa perfiles falsos del Facebook para atacar a sus enemigos políticos, entre ellos al sobrino loco de la Tía Rata, a su jefe la Chacha Walas, a quienes presenta como pareja de homosexuales, también le pega al senador chiapaneco, a la diputada vándala y a quienes cree que le hacen sombra. La inseguridad propia de los desviaditos ha sido su mal de toda la vida”, comentó.

—“Lo que no entiendo, señaló don Memín, es por qué le han dado tantas libertades. Si se supone que la Ruca Gacha persigue a los corruptos, ¿qué hace con uno de ellos conduciendo esa mamarrachada de programa? Si odia a la gente de Alito, entonces ¿por qué protege a su ‘comadrita’ Juana la Loca?, y si habla de honestidad, entonces ese tipo rarito es lo contrario a todo eso. En el fondo, con su presencia en esa bazofia de programa sólo confirma que este “Gobierno de Robos” es de farsantes, corruptos, mentirosos, traidores y chantajistas”, aseveró.