Premio a la negligencia

La Tía Rata se llevó el deshonroso reconocimiento de que en el Estado que mal gobierna desde hace tres años, se encuentran las peores, más peligrosas y mortales carreteras de todo el país…

—“Qué curioso que mientras que las encuestas más serias colocan a la Tía Rata como una de las peores gobernantes del país, con calificación reprobatoria espantosa, en otras mediciones, por ejemplo de crecimiento inflacionario, estemos en los primeros sitios y que por ejemplo, el Anuario Estadístico de Colisiones en Carreteras Federales 2023 que elaboró la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, revele que las peores carreteras del país se encuentran aquí”, comentó meditabundo don Memín, mientras lustraba los zapatos de su gurú.

—“Y no hablemos de desarrollo y crecimiento económico, porque estamos como en el Polo Norte, con varios puntos bajo cero, el desempleo va en aumento, como la deuda pública, lo mismo que los indicadores de pobreza. Estamos peor que nunca”, respondió fríamente don Julián.

—“Pero este caso de las carreteras federales, añadió don Memín, es algo que debería ser causal de alguna sanción de algún tipo, porque por su negligencia, ineptitud e ineficiencia, en esos tramos han ocurrido accidentes que causaron 42 muertes y pérdidas por más de 25 millones de pesos. Bien decían los antiguos que ineficiencia también es corrupción, y hasta puede que se le acuse de negligencia criminal”.

—“Lo peor de todo —intervino el poeta Casimiro— es que las carreteras federales están en pésimas condiciones, porque no ha habido capacidad de ejercer los recursos disponibles para su rehabilitación. El presupuesto está aprobado, y según presumió la Ruca Gacha en su supuesto Tercer Informe, se cuenta con más de mil 600 millones de pesos para esos trabajos. ¿Por qué no los ha ejercido? ¿No se han concursado las obras en espera de moches, o porque ninguna de sus ‘empresas fachada’ cumple con los requerimientos para que les asignen una obra de ese tipo?

—“No te metas en camisa de 11 varas —recomendó don Julián al vate santanero— el porqué no han empezado esos trabajos, y por qué no se han erogado los recursos es ‘top secret’ que hiede a corrupción, pero ellos tendrán sus datos y sus explicaciones, y a quienes criticamos y cuestionamos esos evidentes hechos de ineptitud nos acusarán de pinochos y de no querer a nuestro Estado”.

—“Y si así están las carreteras federales —meditó don Memín— no quiero ni imaginar cómo están las carreteras estatales y caminos rurales, convertidos en auténticas vías a la muerte por el deterioro que presentan, y porque el Gobierno de la corrupta ancianita de Palacio no ha invertido un solo peso para su mejoramiento y rehabilitación. ¿Qué más atrocidades veremos en estos tres años que le faltan para que se largue?”, cuestionó.