Margarita Zavala (*)
Hace unos meses estábamos entre angustiados y perplejos. Hoy ya no es así. El domingo terminó un proceso histórico en el que el comité organizador, el Frente Amplio por México (FAM), entregó finalmente la constancia a quien resultó ganadora para encabezar los esfuerzos de este frente ante las elecciones del 2024: Xóchitl Gálvez. El discurso que ella pronunció estuvo lleno de pasión y de conocimiento, pero además fuimos decenas de miles que llenos de alegría nos hicimos presentes.
Bien dice Xóchitl que la esperanza ya está del lado de la oposición, unida bajo el título de Frente Amplio por México.
El primero de septiembre, como se sabe, es la presentación “por escrito” del informe del Presidente de la República. Por ley, este informe lo presenta la Secretaría de Gobernación, mientras nos inundan de anuncios en favor del Presidente. En esta ocasión nadie le hizo caso al Informe; la atención se la llevó el Poder Legislativo, y particularmente la oposición, que se unió en torno a la senadora Xóchitl.
De acuerdo con la normatividad, al entregarse el Informe del Poder Ejecutivo, cada partido presenta su posición en la tribuna. Obviamente la postura del Partido Acción Nacional corrió a cargo de Xóchitl Gálvez, y mal hubiera hecho el PAN si no hubiera tomado esa decisión.
Apenas Xóchitl iniciaba con respeto y firmeza su discurso cuando los oficialistas de Morena decidieron no escuchar, como les ha enseñado el propio Presidente.
El final del discurso de Xóchitl fue una llamada al amor y a la reconciliación: “odiar es el verbo de este viejo gobierno de un solo hombre… amar debe ser el verbo de un nuevo gobierno encabezado por una mujer.”
Siguió el turno de Morena. Escogieron a una diputada que ahora es la organizadora del odio contra muchas diputadas que somos de la oposición. Aun así, me quedé en el pleno porque prefiero quedarme a escuchar que salirme. Y lo que siguió fue la expresión clara del discurso de odio instalado desde la Presidencia de la República.
Lo cierto es que el discurso de Xóchitl analiza la seguridad de este sexenio, al que califica como “el más violento de la historia nacional” y resalta la ausencia de las víctimas en la política. Además, demuestra el desastre de la política social, tanto en salud como en educación. Vale la pena leerlo.
Sé que será un año difícil, pero también será emocionante porque la oposición se ha unido para devolverle la democracia, la libertad y, por ello, la esperanza a nuestro México.
(*) Diputada federal. @Mzavalagc
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