Ocultar la realidad es lo que hace cada semana la senecta Layda Sansores, en su programita de los martes: hacernos creer que no pasa nada, que las cosas marchan bien, y que su amada Marcelita está dando resultados…
Contra los pregones de paz, tranquilidad y seguridad de la nefasta gobernadora Layda Sansores San Román, de su amada Marcelita, secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana y de su equipo de lambiscones, la verdad es que Campeche se sigue sumergiendo en una espiral de violencia que amenaza con llegar a niveles de descontrol, como ya ocurre en otros estados.
Durante febrero, según el recuento extraoficial de diversos medios, en Campeche la incidencia en homicidios dolosos aumentó hasta 200 por ciento, si lo comparamos con el trimestre previo. En noviembre de 2024 hubo 11 homicidios dolosos, de los que siete fueron ejecuciones. En diciembre fueron siete homicidios dolosos y cuatro ejecuciones, y en enero seis ejecuciones, mientras que en febrero hubo 16 asesinatos dolosos y al menos 10 fueron ejecutados.
No dudamos que el Gobierno de la farsante Layda Sansores intente maquillar los hechos y que, por ejemplo, el multihomicidio ocurrido en el ejido Melchor Ocampo, Municipio de Campeche, sea minimizado ocultando a uno de las dos víctimas y presentando al otro como “un pleito de borrachos”.
En el pueblo sin embargo, saben perfectamente que fueron tres los heridos de bala durante el enfrentamiento, dos fallecieron en el lugar de los hechos, y otro fue trasladado a un hospital de la capital, donde se recupera paulatinamente. El grupo armado agresor, recogió a uno de los suyos que murió acribillado, y los médicos forenses se encargaron del joven de esa comunidad, que perdió la vida.
Todos en el pueblo saben que “Los Michoacanos” fueron a ejecutar a los jóvenes del ejido, y que en toda esa región hay un gran movimiento de enervantes, como parte de ese mismo corredor donde opera la misma banda que el exfiscal Renato Sales creyó haber desarticulado con la detención del capo menonita.
Lo que preocupa es que se haya dado la orden a los comisarios municipales, agentes y demás autoridades de esa zona, para que no hablen del problema. Ni de los dos muertos del pasado fin de semana, ni del narcomovimiento que se ha normalizado en esa región. ¿Porqué ocultar la realidad? ¿Acaso se protege a alguna de las organizaciones delictivas que ahí operan?
Esa misma estrategia —ocultar la realidad— es la que hace cada semana la senecta Layda Sansores, en su programa de los martes: hacernos creer que no pasa nada, que las cosas marchan bien, y que su amada Marcelita está dando resultados. Refritear boletines donde se señala a Campeche como uno de los estados más seguros del país, y usar a las páginas digitales arrendadas para que confirmen que acá todo es paz y tranquilidad, y machacar con la idea de que los medios que informan lo contrario, son unos traidores que no merecen el derecho de expresarse porque son amarillistas, chayoteros, mentirosos, y demás…aunque los muertos sean cada día más y que la situación vaya de mal en peor…
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