EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 06 AGOSTO 2024

ÁRBOL DE MIERDA.

Sin obras propias en marcha, pero haciendo alusión a las federales, como el gasoducto y el Tren Ligero, el Informe de la goberladrona Sansores el jueves no trajo sorpresas. Pasada la mitad de su nefasto Gobierno, no hay obra ni acción propia que pueda presumir que llegó a la entraña del pueblo, que los benefició para elevar su nivel de vida, mejorar su entorno y darles dignidad.

Aquella frase que dijo Jesús a sus discípulos de “por sus frutos los conoceréis”, aplicada a la política puede traducirse en que las buenas obras vienen del gobernante comprometido con su pueblo. Y si aquí tenemos una pinche gobernante que no ha hecho ni media obra, o lo que es lo mismo, que no da frutos, podemos concluir que tenemos un árbol muy malo, una mierda.

Quienes pensaron que los años de los anuncios espectaculares con maquetas habían terminado, se equivocaron. La payasa que ocupa el Cuarto Piso prometió desde hace tres años reparar carreteras, incrementar turismo, mejorar empleos, atraer inversiones, mantener seguridad y dar servicios médicos de calidad, pero nada de eso hizo. Estamos peor que cuando llegó, por eso seguimos decreciendo.

VA CAMINO AL INFIERNO.

La goberladrona utilizó la misma frase trillada de los gobiernos priístas anteriores, cuando dijo que está sentando las bases para un desarrollo moderado pero firme, sólido… ¿ahh siii? ¿y dónde están? ¿En San Lorenzo? Porque en el resto del Estado no se ve nada. Sentar bases, en otras palabras, significa que no ha hecho un carajo, lo cual es evidente.

No ha hecho más que repetir alabanzas y florituras inútiles al Presidente amigo de narcotraficantes, y llegada la mitad de su Administración es notoria su falta de acciones y obras, su abandono a los sectores productivos y su fracaso en atraer turismo e inversiones. El cierre de negocios se tradujo en menos empleos formales, por lo que ahora los campechanos tendrán que acostumbrarse a vivir con las pinches despensas que reparte el Gobierno de todos los Sansores.

Alguien le tiene que repetir a la mandataria de cabeza redonda y pelos repintados que los gobernantes trascienden por sus obras y acciones concretas, no por sus anuncios, maquetas y proyectos que nunca cumplen. De buenas intenciones está pavimentado el camino al infierno, y la goberladrona ha tomado vuelo y va directo a su encuentro con Satanás. ¿Estará pensando en gobernar ahí también?