Enroscados

Nuestro deseo es que este Gobierno nefasto y corrupto ya deje de hacerse rosca, que ya se dejen de fiestas y frivolidades y que por fin se pongan a trabajar por el bien del pueblo…

La reunión vespertina del Día de la Epifanía del Señor tuvo como sede como siempre, una de las bancas ubicadas bajo el más frondoso árbol del Parque Principal. Don Memín pasó a la tradicional panadería de don Dzibito a comprar el pan de rosca, y le encargó a doña Chela que llevara los vasos desechables para el acostumbrado chocolate, a fin de conmemorar como se merece, esta significativa fecha.

—“Yo voy a llevar el carbón, bromeó como siempre don Memín, y no es porque vayamos a hacer algún asado, sino porque es lo único que me dejaron Santa Clos y los Reyes en sus visitas anuales. Y eso que me he portado bien, aunque mis deseos no eran precisamente juguetes y supongo que por eso no me trajeron nada”, aseveró.

Doña Chela, quien preparaba afanosamente los vasos con chocolate, significó que a estas alturas son pocas las familias que se pueden dar el lujo de recibir regalos el 24 de diciembre y el 6 de enero. “A mí desde niña me acostumbraron a que sólo los Reyes traían regalos, así que esa misma tradición les inculqué a mis hijos. De hecho, estos son los días de más ventas en las jugueterías y los tianguis y por eso se acostumbró a poner el paseo de Reyes, para que haya más ofertas y mejores opciones de compra”.

—“Por eso es que la Tía Rata, envidiosa y copiona como siempre, decidió poner su propio Paseo de Reyes, que ella ridículamente denominó “Paseo del Jaguar”, recordó el poeta Casimiro. Su intención es hacerle competencia a la alcaldesa Bibiana y tratar de congraciarse con la gente, porque les lleva show de cómicos, rifa de regalos y no les cobra ninguna tarifa para que se instalen los comerciantes. Ciertamente que está en su derecho de hacerlo, y lo bueno es que la gente es la que sale ganando, porque hay más puestos de venta y más roscas para cortar”.

Don Julián fue el primero en tomar el cuchillo y dar el cortón inaugural a la rosca de reyes, con la suerte de que salió el primer “chiquito”, por lo que se comprometió a ser uno de los que llevará tamales para la cena del 2 de febrero. “Dicen que es de buena fortuna que te toque el “niño” —bromeó— así que bienvenida la primera bendición del año nuevo”.

Don Memín y el poeta Casimiro también tuvieron la suerte de sacar al niño. Doña Chela “se salvó”, aunque se ofreció a llevar el atolito de elote para el Día de la Candelaria, en que los amigos y las familias acostumbran degustar también tamales.

—“Mi único deseo es que este Gobierno nefasto y corrupto ya deje de hacerse rosca —externó la exburócrata estatal—, que ya se dejen de fiestas y frivolidades y que por fin se pongan a trabajar por el bien del pueblo, porque de lo contrario se van a seguir ganando la gran partida de rosca que les vamos a dar en 2027”, pronosticó.