Iván El Terrible
Una de las interrogantes que la fiel afición seguidora del equipo Piratas de Campeche tuvo con respecto a la campaña anterior en la que más bien se le conoció como los “errantes de Campeche” al no tener estadio propio, era qué diferencia haría respecto a su desempeño y nivel de juego, el que permaneciera constantemente de viaje a que como todos los otros clubes, tuvieran la oportunidad de estar una semana o tres días en casa.
Y después de 39 juegos la respuesta salta a la vista, o como lo marca la estadística, después de 24 partidos celebrados en el llamado “bajel bampechano”, el récord actual es de sólo siete victorias a cambio de 17 tropiezos, y cuando un club no hace pesar su casa, el panorama “luce” como el que actualmente priva para el equipo filibustero cuando falta menos para que concluya la primera parte del calendario.
De los nueve partidos que sostuvieron en casa ante los equipos Toros de Tijuana, Tigres de Quintana Roo y Saraperos de Saltillo, únicamente par de triunfos fueron los que concretó Piratas, y eso desde luego merma las aspiraciones de romper la sequía de estar una vez más en la postemporada.
La diferencia, aunque a la vista aún alcanzable para pelear el estar en zona de postemporada, es de cuatro juegos, pero ya hace unas semanas era de tres y con esta situación la diferencia tiende a ir a la alza.
Los problemas de bateo oportuno e intermitente que han caracterizado al momento el andar en la temporada, comienza ahora a afectar también al pitcheo; la rotación de abridores no ha cumplido para nada con la encomienda de sumar triunfos, siendo el cuerpo de relevistas el que en la mayoría de los encuentros gravitó en el resultado, de tal forma que entre varios de los relevistas compilan mayor número de triunfos que los obtenidos por los cinco inicialistas.
Esto lo refrendan las estadísticas que ubican al staff filibustero en el noveno peldaño con porcentaje de 4.60, después de estar entre los cinco mejores del circuito de verano.
El Juego de las Estrellas a celebrarse en el Parque Centenario “27 de Febrero” de Villahermosa, Tabasco, está ya a la vuelta de la esquina y será momento importante, si es que así lo consideran directivos y presidencia del club, de hacer un primer análisis, aunque no hay mucho por qué romperse la cabeza.
El equipo necesita ser apuntalado tanto en el bateo, donde los extranjeros simplemente no han rendido, así como al pitcheo abridor, que lejos de fortalecerlo con la llegada de Edgar González, que dicho sea de paso no ha podido ganar, “luce” como desde el inicio: endeble. ¡Al abordaje Piratas!
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