DZITBALCHÉ.— “Me dijeron que tras mi accidente nunca más iba caminar ni manejar una bicicleta, ahora no sólo estoy manejando, sino que en la espalda, que no iba poder mover, llevo el peso de mi fe”, señaló José Jesús May Cocom, al agradecer a la Virgen de Guadalupe por salvarlo a él, su esposa y bebé de la muerte.
A su retorno a Yucatán tras visitar la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, narró cómo la Virgen obró en él.
El pasado 23 de mayo, el oriundo de San José Tecoh tuvo un accidente que le dejó una lesión en la columna vertebral. El diagnóstico médico fue que quedaría de por vida postrado en cama.
En esa situación se enteró que su esposa estaba embarazada y, meses después, al presentar anemia severa debía decidir entre ella y el bebé.
Su fe en la Virgen le permitió levantarse de la hamaca después de seis meses. Con poca movilidad buscó trabajo para los gastos médicos de su pareja e hijo, que tuvo complicaciones al nacer.
El bebé necesitaba dos donadores de sangre. José recuerda que se encontraba en el hospital llorando y pidiéndole a la Virgen que le ayudara cuando de la nada una mujer de piel morena se le acercó y le ofreció sangre, además que le dio ánimos para salir adelante.
Pese al devastador diagnóstico médico, ambos –madre e hijo— superaron la crisis y ahora se encuentran sanos en casa.
“Desde los 13 años he participado en los recorridos y prometí que, al cumplir una década, viajaría a la Ciudad de México. Después de mi accidente pensé que sería imposible, pero gracias a la fe en la Morenita ahora estoy regresando”.
José viaja junto a Guillermo Adolfo May Cocom, de 18 años, quien cumple sus promesas desde los 13 años.
El más joven del grupo es Sandiel Tucuch May, de 17 años, aunque desde los 10 “corre” a diferentes puntos del país.
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