Cual delincuentes en fuga, los alcaldes emanados de Morena, Pablo Gutiérrez Lazarus, de Carmen; Claudeth Sarricolea Castillejos, de Champotón, y Roberto Herrera Maas, de Dzitbalchén, huyeron para no responder por presunta corrupción, desvíos de recursos, opacidad, tráfico de influencias en la adjudicación de obras y el golpe que pretenden propinar a la economía de sus gobernados con el incremento del Predial para el ejercicio fiscal 2024.
Los alcaldes morenistas, que se han caracterizado por su nulo compromiso en transparentar el gasto del erario municipal e incurrir en presuntas irregularidades, al comparecer ante diputados de las comisiones unidas de Finanzas y Hacienda Pública y de Fortalecimiento Municipal de la LXIV Legislatura para analizar sus Leyes de Ingresos 2024, se negaron rotundamente a responder a periodistas independientes.
Intolerante, Gutiérrez Lazarus, el segundo en aparecer en la pasarela de los alcaldes, llegó al Centro de Convenciones “Campeche XXI”, y cuando ingresaba al salón habilitado como sede de la comparecencia fue abordado por la prensa independiente. Con sonrisa sarcástica se negó a ser entrevistado.
Por más de dos horas, tiempo que duró su exposición y las rondas de preguntas y respuestas, se le esperó para cuestionarlo del mal manejo de más de 53 millones de pesos detectados en el ejercicio fiscal 2022 en 18 observaciones de la Auditorías Superior del Estado (Asecam). Escurridizo, escapó por la parte trasera.
Gutiérrez Lazarus huyó sin explicar motivos ni justificar el alza a las tarifas de agua potable y del Impuesto Predial que aplicará el próximo año en Carmen, que representará otro golpe a los carmelitas, que de por sí enfrentan la crisis económica y no superan los efectos de la pandemia.
Siguió su ejemplo la alcaldesa de Champotón, Claudeth Sarricolea Castillejos. Al ver cámaras y micrófonos de los medios de comunicación, prácticamente corrió hacia el salón de la comparecencia, y también escapó por la puerta de atrás, para no responder por la inconformidad de los champotoneros de que sólo es figura en el Palacio Municipal, mientras que su pareja es la que gobierna y decide.
Sarricolea Castillejos, quien pretende manejar 481 millones 277 mil 188 pesos el próximo año, huyó para no ser incomodada por preguntas respecto a las denuncias de los champotoneros del imperio de la corrupción que está forjando mediante presunta corrupción en las obras donde su pareja, al parecer es el responsable de decidir la asignación directa a sus “cuates”, y quienes garanticen “diezmos”. De ahí su interés de perpetuarse en el cargo a través de la reelección.
Otro alcalde morenista, Roberto Herrera Maas, de Dzitbalché, aplicó la misma huida. Como saltamontes, dio tremendas zancadillas cuando fue abordado por los medios de comunicación antes de que comenzará su comparecencia, donde fue cuestionado por los 115 millones 480 mil 274 pesos que pretende recaudar.
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