Petróleo empobreció aún más a Campeche

Acabó con la pesca de camarón y generó delincuencia en Carmen

Riqueza de la Sonda es fortaleza para el país

Mientras que para el país la extracción de petróleo en la Sonda significó crecimiento económico, en Campeche ha representado más pobreza y la virtual desaparición del sector pesquero camaronero, por los mil 200 kilómetros cuadrados restringidos, severas afectaciones a los ecosistemas por los continuos derrames y la depauperización y los conflictos sociales, como prostitución, delincuencia y drogadicción en la Isla del Carmen.
El petróleo no ha representado desarrollo social en Campeche. Pese a que en los últimos 44 años de historia se consolidó como el principal abastecedor de recursos y divisas del extranjero de todo el país, rebasando la suma de la exportación de manufacturas, turismo y remesas, en contraparte, la pobreza va en aumento en esta entidad.
En 2008, el 45.9 de la población campechana estaba en pobreza —373 mil 100 personas— y para 2020, la cifra subió a 50.5 por ciento, es decir, 472 mil 400 campechanos, o sea, casi 100 mil pobres más en 12 años, lo que habla de la falta de políticas de desarrollo social por parte de Petróleos Mexicanos.
El Cantarell, ubicado frente a las costas de Campeche, es el yacimiento de petróleo más importante de México -aporta el 54% de la producción nacional de crudo y representa el 45% de las reservas probadas de petróleo-, y es uno de los 10 más grandes del mundo.
Las cifras hablan por sí solas, la producción histórica del complejo Cantarell, productivo desde 1979, con contribución del 45% de crudo a nivel global y del Ku-Maloob-Zaap (KMZ), suman 20 mil 194 millones 177 mil 945 de barriles de petróleo, revela un balance sobre la estadística de producción de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
El barril es una unidad de volumen para petróleo e hidrocarburos derivados que equivale a 42 galones o 158.98 litros. Esto equivale a tres billones 210 mil 470 millones 409 mil 696 litros, suficientes para llenar 56 veces a los más de mil 400 millones de vehículos motores terrestres que hay en el mundo, tomando las referencias internacionales como base.
Un tanque a gasolina es de 40 litros, y que dure dos semanas de uso, se ha producido el equivalente a dos años ininterrumpidos de abastecimiento de gasolina para todas las unidades motoras.
En contraparte, la infraestructura petrolera construida en la Sonda de Campeche provocó el desplazamiento de otra actividad económica, la pesquera, que de tener 470 embarcaciones en 1970, actualmente ya sólo quedan tres, y de capturar ocho mil 155 toneladas de camarón en 2010, para 2020 la cifra bajó a dos mil 713. Dependían de esa actividad 15 mil 284 pescadores y ahora sólo hay 10 mil 432.
Pese a la riqueza que ha generado para todo el país la extracción de hidrocarburos en la Sonda de Campeche, no ha servido para resolver las principales carencias sociales, donde los índices de pobreza aumentan.

Por lo que toca al impacto económico en las finanzas del país, se estableció que en 2004, año del techo máximo de producción en Cantarell, por sí misma, aportó el 16% del Producto Interno Bruto (PIB), y fue considerado como el segundo complejo más grande del mundo, apenas debajo, del Complejo Ghawar, en Arabia Saudita.
En 2006 los ingresos petroleros aportaron a las arcas federales 901 mil 877 millones de pesos, esto es, el 45%, de los dos billones de pesos presupuestados para ejercer; en tanto, a partir de 2009 la contribución al gasto público se estabilizó en niveles de 33 y 30% hasta 2013.
De Campeche se obtiene el 45.8% de la producción petrolera nacional, con lo que los litorales campechanos aportan 531 mil millones de pesos al gasto público, recursos que son distribuidos por la Federación. En tanto, para 2019, incrementó a producción nacional de hidrocarburos el 66%.
Sin embargo, nadie ha presupuestado el irreparable daño ecológico que provocan los frecuentes derrames en la Sonda de Campeche.

De acuerdo con esta gráfica de la página especializada Causa Natura, cada año se registran de 20 a 30 incidentes en las plataformas de Pemex ubicadas en la Sonda de Campeche, que van desde incendios, derrames, explosiones o diversos tipos de accidentes que han provocado severas afectaciones a los ecosistemas marinos.

Dos carmelitas… y un solo destino

Cantarell y KMZ se localizan en las cercanías de Ciudad del Carmen, a 85 y 105 kilómetros respectivamente, y ocupan una extensión de 162 y 105 kilómetros cuadrados, cuentan con infraestructura instalada de poco más de un centenar de pozos, casi la mitad de los situados en la zona del Golfo de México,
Lo anterior no se hubiera registrado sin dos hombres oriundos de la Perla del Golfo, quienes prácticamente han pasado inadvertidos en la historia, pese a que sin su contribución no existiría el México tal y como lo conocemos hoy en día.
Rudesindo Cantarell Jiménez (1914-1997), conocido por ser el descubridor del campo petrolero más importante de México: el complejo Cantarell, y Pedro Jesús Ocampo Calderón (1927-2014), cuyos estudios geográficos y de las leyes marítimas internacionales, permitieron que las costas mexicanas tuvieran una protección de 200 millas náuticas (370.4 kms.) contadas desde las líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura del Mar Territorial.
Sin ambos la explotación del crudo mexicano en la Sonda de Campeche, probablemente no se hubiera dado, el primero por localizar en su barco camaronero las manchas de chapopote que brotaban de las profundidades, y el segundo, por dar certeza legal al mar territorial, que lo protege de intromisiones extranjeras, tanto para la pesca como para la extracción de petróleo.
Básicamente sus vidas fueron paralelas con un mismo destino, pues ambos sufrieron el tortuoso camino de convencer a las autoridades de la relevancia de respectivos hallazgos, hasta que se concretaron.
Mientras que en 1960 se crea la figura de plataforma continental, un año después Cantarell descubre las manchas en su zona de pesca; en 1966 la Legislatura federal amplía la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y pasa de 14 a 19 kms. en 1968. Don Rudesindo da aviso a la Capitanía de Coatzacoalcos, en 1969, y Ocampo presenta el proyecto de ampliación de la ZEE al entonces candidato presidencial del PRI a la Presidencia, Luis Echeverría Alvarez.
En 1971, Cantarell reporta su hallazgo a la Superintendencia de Petróleos Mexicanos en Coatzacoalcos, Veracruz, pero no fue sino hasta 1974 cuando acudieron al lugar para verificar la presencia de chapopote e iniciar la exploración.
La Secretaría de Marina pasó el proyecto de Ocampo a Gobernación, de donde, Echeverría (ya presidente) lo rescató en 1975 y en febrero de 1976, el fruto de su investigación rindió frutos y se homologaron las leyes de ZEE con la ampliación a 370.4 kms. de protección, antes con los 1.7 kms. no se hubiera alcanzado a salvaguardar los futuros pozos que están a 85 kms. de las costas carmelitas.
En 1979 comenzó la explotación formal de lo que se nombró complejo Cantarell, en honor a su descubridor, quien murió en penosas circunstancias, aunque, ya se aprobó que su nombre aparezca en las paredes del pleno de la Cámara de Senadores en letras de oro.