Resucitó Alito

El principal enemigo político de la nefasta gobernadora Layda Sansores,  el líder priísta Alejandro Moreno Cárdenas, sigue vivo. El máximo tribunal electoral validó sus reformas estatutarias y su reelección…

No le cayó muy bien a la nefasta gobernadora Layda Elena Sansores San Román, el resolutivo de la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación, que validó las reformas estatutarias del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y la reelección de su líder nacional, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, alias “Alito”, enemigo acérrimo de la senecta mandataria campechana.

Han pasado ya tres años de la incansable persecución, hostigamiento, acoso y hasta abiertas difamaciones de la vengativa gobernadora en contra de su antecesor, y hasta el momento no ha logrado encarcelarlo. Hasta podemos afirmar que ninguna de sus demandas ha tenido éxito.

Ya veremos el tono que asumirá la nefasta Sansores mañana en su “Martes del Jaguar” hacia el ratificado fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, en este pleito personal que ella mantiene con Alito. Le ha enviado varios exhortos para que se ponga las pilas, pero el fiscal la ha ignorando olímpicamente. Quizá está bien informado de que la mandataria campechana no anda bien de la cabeza.

Por lo pronto Alito sigue vivo. Independientemente de las artimañas a las que tuvo que recurrir para que el Trife validara sus reformas y su reelección, parece que se saldrá con la suya y que se mantendrá en la cima de su menguado partido, para tener oportunidad de negociar todo lo negociable con el nuevo equipo gobernante. 

Layda en cambio tendrá que aguantar su frustración y reconocer que hasta el momento, el exgobernante campechano le ha ganado todas los  retos que le ha lanzado, con lo que de paso confirma que en efecto, él es mejor político que ella.

Así que nadie se sorprenda si mañana escuchamos más insultos que argumentos en contra de Moreno Cárdenas. De alguna manera tiene que sacar la inepta gobernante todo el odio que le profesa y seguramente que reeditará toda la “información” que tiene en su contra y hasta puede sorprendernos con un nuevo “audio”.

Alito, en cambio, seguirá jugando las cartas que le quedan en esos altos niveles de la política mexicana, donde se desenvuelve. Ya demostró que puede sortear con éxito los escollos más escabrosos que se le han presentado, entre ellos toda esa campaña difamatoria que le lanzó la anciana mandataria campechana. Pero de que seguirá el pleito entre ambos, que nadie tenga duda.