EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR | 8 DE JUNIO DE 2024

MALAS DECISIONES DE ALITO. 

Parece que nuestro coterráneo Alejandro Moreno no aprende la ◆ su partido con tal de quedarse la dirigencia, así sea imponiendo a un incondicional en su lugar. Al respecto, comenta El Universal en su columna Bajo Reserva, con el titular “¿Maximato a la vista en el PRI?”. Reproducimos.

“Que la aplanadora que le pasó por encima el domingo pasado al PRI, comenzó a mover las aguas internas, tanto que los propios priístas ven señales de que quienes se perfilaban como seguros sucesores de Alejandro Moreno en la dirigencia nacional, el coahuilense Rubén Moreira o su esposa Carolina Viggiano, tendrán que enfrentar la maniobra del propio Alito para impulsar a su paisano campechano Pablo Angulo, actual secretario técnico del Consejo Político Nacional. Nos hacen ver que don Pablo y don Alito son amigos desde la juventud, y que nadie sorprendería que quisieran hacerle la mala jugada a don Rubén. En los pasillos del tricolor, bastante desolados últimamente, se asegura que se trataría de un intento por tener un ‘Maximato’ en el partido. Justo lo que le faltaba al PRI para acabar con el partido”.

Criticaba Alito que Sheinbaum era una continuación de López Obrador, pero ¿no se da cuenta de que Angulo sería la suya?

MUERTE DEL TRICOLOR.

Los Frentes Políticos de Excélsior comentan antier la debacle que acumula el PRI bajo el cuestionado liderazgo de Alito Moreno, alejado de la militancia, peleado con sus exgobernadores y exdirigentes, y secuestrado por un Consejo Político a modo. Leamos.

“Con Alejandro Moreno al frente, el PRI ha perdido 11 gubernaturas. Lo que alguna vez fue un bastión impenetrable, ahora es sólo un recuerdo. La militancia ha disminuido dramáticamente. Moreno ha llevado al PRI a una derrota tras otra. Mientras Morena y Mario Delgado, su líder, celebran, el PRI se sumerge en la desesperación. 

La política mexicana cambia de color, y no hay vuelta atrás. Parece que el tricolor, indestructible en sus buenos tiempos, está en el camino a convertirse en un capítulo más de los libros de historia, una advertencia de lo que sucede cuando el poder se vuelve complacencia”.

Faltó añadir que con la imposición de Pablo Angulo, el PRI perderá el registro en la próxima elección. Sin militancia, no hay partido. Así de simple.