Gobernadora lerda

Una vez más, la Tía Rata reaccionó con lentitud y torpeza ante los riesgos que para la población representó el paso del huracán Milton. Su constante ausentismo sigue causando estragos…

Que después de bailar la “Guaranducha”, el “Pichito Amoroso” y el “Pregonero” por las calles empedradas del Centro Histórico, para sentirse nativa de estas benditas tierras, la Tía Rata viajó una vez más a la capital del país, en donde la “agarró” la meteórica formación y crecimiento del huracán “Milton”, uno de los más peligrosos de la temporada.

—“Eso que dices, le dijo  don Memín a don Julián, no tiene nada de novedoso, porque la ancianita se la pasa todo el tiempo en la Ciudad de los Palacios, antes besándole los sabañones al Pejidente, y ahora rogando porque la reciba y le dé su lugar la Emperatriz Claudia. Ella necesita que la apapachen, que la presenten públicamente como “amiga” para que se sienta segura y confiada”.

—“Sea por lo que sea, se entrometió doña Chela, la verdad es que una vez más la Ruca Gacha confirmó que no está concentrada en su trabajo y que le da prioridad al bailongo. ¿A nosotros de qué nos sirve que salga a las calles a bailar sarao y jaranas? En cambio, a cuánta gente afectó que su Gobierno suspendiera tardíamente las clases para evitar afectaciones por el ciclón. Cuando la viejita emitió la declaratoria, ya los alumnos estaban en sus aulas, así que tuvieron que regresarse a sus casas en medio del aguacero. Uno más de sus estúpidos ridículos”, subrayó.

—“Hay que decir a su favor —abogó el poeta Casimiro— que el huracán “Milton” tuvo un crecimiento inusual. En menos de 24 horas pasó de categoría 1 al nivel 5, que es el más peligroso y lo peor de todo es que eso sucedió en fin de semana, sábado y domingo esencialmente”.

—“No hay excusa que valga —respondió don Julián— a la señora se le paga para que esté las 24 horas concentrada en su trabajo y de preferencia en las áreas estratégicas, no en la capital del país o en donde están sus negocios o su amante legítimo. Por eso no está de más repetirle que si no está a gusto en el cargo, que renuncie y que se largue por donde vino”.

—“Eso no es lo peor —lamentó don Memín— sino el negocio que van a armar su sobrino el Tarado sin Cerebro y su amada Momia Guanajuatense, con los “gastos” para instalar refugios temporales en los Municipios por donde causó estragos el huracán. Van a cobrar como si fueran de lujo los servicios que le dieron a una o dos personas que fueron a los albergues, o por la “movilización” para apoyar en las zonas más afectadas por las inundaciones. Los peores daños al presupuesto público no lo causan los ciclones si no la voracidad y la corrupción de los funcionarios al servicio de la anciana de Palacio”, lamentó.