Amparan a mieleros contra fumigaciones

Ante la muerte de abejas en San Francisco Suc Tuc y Cruceo Oxá por el uso del plaguicida Fipronil, prohibido en Europa, pero que en México se sigue usando, y ante la vulnerabilidad, el Juzgado Segundo otorgó suspensión provisional, primera en su tipo en el país que obliga a las autoridades a parar las fumigaciones, informó Leyda Aracely Pech, del Colectivo Comunidades Mayas de Hopelchén.
El amparo fue presentado el 19 de mayo, en el Día Mundial de las Abejas, por la omisión de responsabilidad de las autoridades, que debieron garantizar y proteger a las abejas, porque en los últimos meses ha estado ocurriendo la muerte masiva de los insectos en Hopelchén.
“Y es consecuencia —afirmó Aracely Pech—, del uso indiscriminado de plaguicidas altamente peligrosos, asociado a toda la agroindustria presente en Hopelchén, donde por 10 años hemos estado en un proceso de defensa y visto cómo se ha incrementado la deforestación, las fumigaciones y la muerte de abejas”.
Recordó que el pasado 22 de marzo ocurrió la muerte masiva de abejas en Suc Tuc y Oxá, ocasionado por el plaguicida altamente peligroso Fipronil, prohibido en Europa, pero que en México se sigue usando indebidamente.
La muerte de abejas ha mostrado la vulnerabilidad y riesgo en que nos encontramos ante el uso de esos venenos. Por eso presentamos un amparo en el Juzgado Segundo el 19 de mayo, y nos otorgó la suspensión provisional contra las fumigaciones.
Significa que en este momento autoridades como Sader, Senasica, Conagua y Profepa, todas las que tienen atribuciones en estas dinámicas, deben cumplir con su trabajo, y parar las fumigaciones. Ese es el ordenamiento del juez.
Esta es la primera vez que se presenta un tipo de amparo en esta modalidad en México, donde se pidió que se reconozca a las abejas como sujetos de derechos ante la importancia que tiene en la contribución del medio ambiente, sobre la soberanía alimentaria y la conservación de especies de plantas. Por eso pedimos su protección, afirmó.
Las autoridades de los tres órdenes –agregó–, tienen que cumplir con su responsabilidad porque se está en una omisión grave pues aunque hemos realizado continuas denuncias, nadie ha hecho nada, han omitido su responsabilidad.
“En ese amparo también pedimos que los apicultores, que las comunidades sean quienes cuiden a las abejas, seamos sus guardianes, que propongamos cómo se tiene que cuidar. Que el diseño de política pública para cuidarlas y conservarlas parta desde las comunidades, que se respete sus propuestas y que no solamente se mire a la apicultura como una actividad secundaria, sino que sea de gran importancia, no sólo para producción de miel, sino en la conservación de los ecosistemas y del medio ambiente”.