Secretario acotado

Sheinbaum Pardo sabe que ese tipo de decisiones dañan sobremanera al partido gobernante. Laceran las prédicas de la 4T, y saturan de incongruencia la narrativa oficial de que están haciendo las cosas de manera diferente…

Con un seco “luego lo vemos” y un rostro que contuvo la sonrisa y disfrazó el enojo, respondió la presidenta Claudia Sheinbaum, a la pregunta de los periodistas sobre la inclusión de Jorge Luis Lavalle Maury en el gabinete de la gobernadora de Campeche, la nefasta y perversa Layda Elena Sansores San Román.

¿Fue una advertencia de que el tema será analizado después con profundidad y que no descarta que se exija la inmediata remoción del exsenador panista? ¿O es que simplemente a la presidenta no le importa el tema, como tampoco le interesa mucho el destino de los campechanos?

Probablemente ambas opciones sean correctas. La primera, porque Sheinbaum Pardo sabe que ese tipo de decisiones dañan sobremanera al partido gobernante. Laceran las prédicas de la 4T, y saturan de incongruencia la narrativa oficial de que están haciendo las cosas de manera diferente.

Las reacciones en Campeche y en todo el país también fueron de repudio. Y es probable que, como siempre, el asesor de cabecera de la senecta mandataria —el Seso Loco— la convenza de que una vez más, ella se convirtió en tendencia nacional —trending topic de las redes sociales— y que eso seguramente la va catapultar como influencer y le sumará más seguidores.

Pero eso no remedia el enorme daño que la causa a Campeche ese tipo de decisiones. Afecta terriblemente la imagen de la gobernadora como persona arbitraria, caprichosa, incongruente y falsa, pero eso lo ha sido desde que inició su carrera política, y para ese entonces no le causaba daño a muchos.

Encontrándose ahora en la posición de gobernadora, cualquiera de sus decisiones impacta en el destino de sus gobernados, y designar a un personaje con cuentas pendientes con la justicia, para impulsar el desarrollo económico del Estado, es una  verdadera estupidez, un absurdo total que no se justifica por nada del mundo.

¿Qué desarrollo económico va promover Lavalle Maury, quien se encuentra arraigado, con control judicial sobre todos sus movimientos, y con un descrédito absoluto, por lo que ningún empresario en su sano juicio accedería a entrar en tratos con él, a riesgo de que le pida moches para agilizar la instalación de su negocio?

Ya sabíamos que a la anciana de Palacio le valía un soberano cacahuate impulsar el desarrollo económico de Campeche, pues su verdadera prioridad es apuntalar el futuro económico de su familia y de sus incondicionales, pero nunca creímos que ese valemadrismo llegara al grado de propiciar con sus torpes decisiones, el hundimiento total de la economía campechana.

Y es que a lo mejor, para entender esa absurda decisión de la desorientada mandataria no nos quede más que aplicar ese popular refrán que señala “dime con quién andas y te diré quién eres”, y si sigue andando con tipos corruptos, es porque irremediablemente ella también lo es.