EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR | 10 DE JUNIO DE 2024

DEMOCRACIA COMPRADA.

En su ‘Prosa Aprisa’, Arturo Reyes Isidoro habla de lo desaseadas que fueron las pasadas elecciones: “El expriísta Andrés Manuel López Obrador les aplicó la misma receta que se aplicaba ya cuando era tricolor”, y de cómo este país pasó de la democracia dirigida del PRI a una democracia comprada por Morena.

“En el siglo pasado, un viejo zorro, quien fue gobernador de Campeche y dirigente nacional del PRI cuando el PRI era el PRI, el famoso Carlos “El Negro” Sansores Pérez, padre de la hoy impresentable Layda Sansores, halló en los libros un término que le vino como anillo al dedo para justificar la perversidad del sistema político en el poder: la democracia dirigida, caracterizada por el dedazo y la imposición, así como por la elección de Estado. La del 2 de junio de 2024, esto es, la del domingo pasado, creo que bien se puede llamar la democracia comprada. En este espacio he comentado que el Gobierno repartió mucho dinero, aunque nadie lo acepta ni lo va a aceptar, pero en corto cuando le pregunto a algunos, mejor se quedan callados”.

Le asiste la razón. Además de que Layda Sansores es impresentable, sí hubo compra de representantes de casillas, votos de los muertos, boletas falsas en urnas, casillas con más votos de los registrados, acarreo de votantes, compra de credenciales… cientos de millones de pesos desfilaron de diferentes maneras a los bolsillos de los votantes. Qué democracia tan cara la nuestra.

PELIGRO DE EXTINCIÓN.

Templo Mayor de Reforma, comentó la semana pasada del riesgo de extinción que enfrenta el PRI ante la insistencia de Alejandro Moreno de perpetrarse en la dirigencia dejando a un patiño de su confianza.

“Sobre la posibilidad de relevo en el tricolor, que seguramente abordarán hoy los priístas en su Consejo Nacional, ya surgieron dos opciones: “Alito” hace todos los malabares posibles para seguir en el cargo o deja como heredero a Pablo Angulo, su fiel pupilo… no estaría mal que fueran viéndose en el espejo del PRD, que de ser alguna vez segunda fuerza… ahora se extingue”.

Para muchos priístas, el daño y retroceso que sufrió el partido lo llevó a una situación terminal, ni cambiando la dirigencia se salva y no tarda en correr la misma suerte que el PRD. Le fue mejor a Movimiento Ciudadano, sin tener los “huevos” de Alito.