La “caja chica” de la Tía Rata

El gasto público en el reino de la Culebra y la Garrapata es un verdadero desbarajuste. Se hacen erogaciones arbitrarias, ajustes caprichosos, y se gasta el dinero en acciones que no benefician al pueblo…

Con terrible sorpresa, los diputados se enteraron que en el Presupuesto de Egresos 2025 que presentó la Tía Rata para su aprobación, se incluye un rubro indiscretamente titulado “de libre disposición” por cerca de 200 millones de pesos, que manejará obviamente, la Oficina de la Gobernanta. ¿Para qué servirá exactamente ese dinero? ¿A quién le rendirá cuentas? ¿Con qué criterios se erogará y en beneficio de quién o quiénes?

—“Es la famosa y mítica ´caja chica´ que manejaban los “gobiernos corruptos” del tricolor y de los azules, y que con tanto rencor criticaba la anciana de Palacio, pero quien, contradictoriamente ella resucita para despacharse con la cuchara grande y seguirnos dando atole con el dedo”, respondió de inmediato el poeta Casimiro, quien una vez más, lamentó que la muy cuestionada 4T siga rescatando del estercolero aquello que ya creíamos superado.

—“En teoría, hipotéticamente hablando, y basándome en meras suposiciones —expresó doña Chela— el próximo año ya no debe haber excusas para negarle ayuda a la gente necesitada. Si además del rubro de “ayuda social”, que este año es de 486 millones, se dispondrá de otros 200 millones de pesos que manejará la Oficina de la anciana, entonces, la gente que acuda a Palacio ya no se va retirar con las manos vacías”.

—“¡Hasta sueñas Chita!, exclamó con sarcasmo don Julián. Eso de “libre disposición” me huele más bien a “libre corrupción”, porque para justificar su erogación bastará con presentar facturas, o firmas de supuestos beneficiarios, o donaciones o cualquier otro chanchullo. No olvidemos que la Ruca Gacha le facturaba al Senado hasta sus cosméticos, prendas de lujo y zapatillas de marcas carísimas”.

—“Entonces vamos de mal en peor, respondió encabritado don Memín, porque no estamos hablando de dos o tres pesos, sino de casi 200 millones que se acerca a los presupuestos de los Municipios más chicos. Sería un crimen a la decencia, una traición a los principios de honestidad, y una arbitrariedad que huele a complicidad que los diputados avalen ese rubro presupuestal. Si no hay claridad ni transparencia en su erogación, deberían destinarlo mejor a acciones que realmente beneficien a la comunidad”.

—“Lo único que nos comprueba este hecho, concluyó don Julián, es que el gasto público en el reino de la Culebra y la Garrapata es un verdadero desbarajuste. Se hacen erogaciones arbitrarias, ajustes caprichosos, y se gasta el dinero en acciones que no benefician al pueblo y sólo sirven para enriquecer aún más a esa familia que no se cansa de saquear el patrimonio de todos los que habitamos en esta entidad”, lamentó con gesto agrio.