La venganza de la momia

Que a los policías que se sublevaron los están obligando a hacer el trabajo sucio. Es la condición que les pusieron para que los vuelvan a aceptar o perdonar…

“Ya regresaron los retenes, y hay que tener mucho cuidado, porque los policías volvieron con los colmillos más afilados, y con la orden de recaudar todo lo que puedan, porque su jefa la momia guanajuatense necesita mucho dinero para estirarse la cara”, bromeó don Memín, mientras preparaba sus arreos para lustrar los botines de su principal cliente, don Julián.

—“Tengo que confesar —dijo ya más en serio el rechoncho bolero— que el pasado fin de semana me porté mal y me fui de fiesta con unos amigos. Con la mala fortuna de que al retirarnos del centro de esparcimiento a donde acudimos, nos encontramos con uno de esos retenes. Nos tocó revisión y ni modo, el vehículo en que viajamos fue enviado al corralón…”.

—“Eso está muy bien —respondió don Julián— es peligroso que personas en estado inconveniente estén manejando sus autos, ponen en riesgo la vida de mucha gente…”.

El aseador de calzado se puso a la defensiva: “Nadie estaba en estado inconveniente, pero estos policías no entienden de razones. Si la pistolita marca que se rebasó el límite permitido te imponen multa, si de paso resulta que no pagaste refrendo, te ponen otra, si tu licencia no está actualizada, una más, y así se la llevan, todo con tal de juntarle más dinero a su jefa la Pelos de Sosquil. Qué pronto se olvidaron de todo el apoyo que les dimos, que les llevamos comida o que colaboramos con unos pesos para que junten para la quincena…”, se quejó.

—“No hay que confundir una cosa con otra —aconsejó don Julián— de entrada, ellos están cumpliendo con órdenes. No sólo eso, de buena fuente me han dicho que a los policías que se sublevaron los están obligando a hacer el trabajo sucio. Es la condición que les pusieron para que los vuelvan a aceptar o en algunos casos, que les retiren sus carpetas de investigación”.

“Esa es una de las formas de venganza de la corrupta momia guanajuatense, quiere que el pueblo vuelva a odiar a los policías, porque ella dice que sólo así se ganan el respeto y dejan de estar dando lástima. Si ella es corrupta y la odia la gente, quiere que los demás sean como ella, y si no aceptan esa condición, entonces les va dar de baja. Vamos a tener a la peor policía del planeta, todo con tal de satisfacer las ambiciones de esa nefasta persona”, aseveró el senecto charlista.

Don Memín se quedó callado.  En el fondo les seguía teniendo afecto a los valientes policías que se sublevaron, quienes ahora sufren la peor humillación, al obligarlos a maltratar a quienes les dieron su apoyo incondicional. “Qué nefasta, qué corrupta y qué vengativa es la comandanta foránea junto con su jefa la Tía Rata”, pensó.