Irene Tello Arista (*)
Cuando decidimos en Impunidad Cero y Justicia Justa investigar a profundidad qué estaba pasando con el desabasto generalizado de medicamentos en 2020, me puse a hablar con varios doctores y expertos en el tema de salud, para entender un poco más cómo funcionaba el tratamiento del cáncer.
Como en ese entonces de lo que más se hablaba era de la falta medicamentos para ese padecimiento, quería entender a cabalidad un proceso complejo que no lograba entender. Por ejemplo, entender por qué se suspendían los tratamientos de los pacientes con el desabasto de algunas medicinas.
Ahí fue cuando varios doctores nos mencionaron las Normas Oficiales Mexicanas relativas a la atención de distintas padecimientos y áreas terapéuticas. Ante mi completo desconocimiento del tema les preguntaba por qué no podían modificar los tratamientos oncológicos y por qué tenían que suspenderse las quimioterapias al faltar algunos medicamentos, la respuesta eran las NOMs, y es que los doctores tenían que seguir lo que estas normas establecían para garantizar la calidad de los tratamientos.
Por lo que me explicaban, las NOMs habían sido creadas por un grupo grande de expertos de diversas instituciones y organizaciones, siguiendo estándares internacionales sobre atención médica respecto a diversos temas terapéuticos y establecían el protocolo a seguir para temas de prevención, diagnóstico y atención de enfermedades.
Menciono todo esto para hablar de dos temas importantes que es importante tomar en cuenta y relacionar: el desabasto de medicamentos que persiste en el país y el tema de la propuesta de la eliminación de las 35 NOMs oficiales, varias de ellas relativas al tratamiento de enfermedades para las cuales persiste el desabasto, como el cáncer de mama y diabetes.
Respecto al tema de desabasto de medicamentos y por más anuncios falsos por parte del Gobierno de que el problema ya se resolvió, conviene resaltar la cifra del informe del colectivo Cero Desabasto que informa que, en 2022, más de 15 millones de recetas no se surtieron efectivamente en las principales instituciones de salud.
El desabasto de medicamentos persiste en el país debido a los problemas de compra y distribución de medicamentos que no ha logrado resolver el Gobierno Federal. Ante esto, además, como bien menciona el informe “Radiografía del desabasto en México 2021”, han aumentado los reportes ante la Comisión Federal de Previsión de Riesgos Sanitarios (Cofepris) sobre el robo y la falsificación de medicamentos.
A todo esto, se suma el problema de la desaparición del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) y del uso indebido que se hizo del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos.
Viendo el desastre que tenemos en temas de salud ocasionados por malas decisiones de políticas públicas de la actual Administración, conviene preguntarse por qué el interés en este momento de eliminar algunas normas oficiales respecto a la atención a la salud.
Nuevamente parece ser un tema de querer ahorrar recursos en temas prioritarios en los que no habría que ahorrar, así como de quitar los estándares de calidad que garantizaban la prevención, diagnóstico y tratamiento de ciertos padecimientos.
Si se llegan a eliminar estas Normas Oficiales los más afectados serán los pacientes, sobre todo los de escasos recursos. Lo preocupante es que nuevamente se menciona la narrativa oficial de que estas normas existen para proteger los intereses corruptos de farmacéuticas, todo ello sin que una sola investigación o sanción se haya hecho para demostrar estos cargos y realmente hacer algo contra estas redes de intereses.
Pero por más que se insista en esta falsa narrativa algo queda claro, con el tema del desabasto de medicamentos y el desastre en el sistema de salud, la desaparición de las NOMs también les viene como anillo al dedo.
Twitter: @itelloarista
(*) Especialista en temas de justicia y anticorrupción.
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