Verónica Malo Guzmán
Ganó y, sin embargo, ¿de quien se habló más? ¿Sobre quién ha versado la discusión y quién obtuvo la mayoría de las menciones?
Ganó y, sin embargo, ¿de quién se habló más? ¿Sobre quién ha versado la discusión y quién obtuvo la mayoría de las menciones? Pues Marcelo. No tuvo ella o su equipo la fuerza suficiente para asegurar una mayor presencia en medios y en la conversación diaria. El mismo López Obrador en su mañanera del jueves hizo de su tema principal la decisión de Ebrard.
Algunos consideran que viniendo de un Presidente tan beligerante, su benevolencia con Ebrard adivina que más que enojo con su excanciller, AMLO ha optado por una estrategia política para restarle votos a la oposición. Asomó esa posibilidad en la misma “ceremonia” de la entrega del bastón de mando…
Y al respecto de esto último hay que decir que, más allá de las incongruencias señaladas por diversos pueblos originarios sobre la dichosa estafeta, se hace evidente que no es la encuesta o la aclamación de las personas lo que fue decisivo, sino el pronunciamiento unigénito de López Obrador sobre Claudia Sheinbaum. En pocas palabras, un dedazo versión 4T.
La entrega del bastón de mando es una simbología que utiliza López Obrador de manera distorsionada, hueca; algo vacío como tantas otras de sus promesas.
La debilidad de Claudia no es una. Son muchas. Algunas de ellas son las personas que insisten en acercársele y rodearla como son dos gobernadores de la 4T: Cuitláhuac García y Layda Elena Sansores San Román. En lugar de ayudar a la causa de la candidata, sólo le restarán confiabilidad. Lo mismo sucederá tarde que temprano con Delfina Gómez.
Otra debilidad es que siendo una magnífica académica, no tiene el carisma de López Obrador; por cierto, tampoco el de Xóchitl. Y mismo con esa carencia, es mejor cuando es natural que cuando intenta imitar a López Obrador. Preferible que genere confianza con una oratoria seria a tratar de provocar falsas empatías.
En su campaña, Claudia no podrá señalar las pifias y los errores del Gobierno. Lleva la carga de defender lo hecho por la 4T, cuando cada vez más personas sufren las ocurrencias de esta. Ya no podrá culpar al pasado como lo ha hecho el Presidente estos cinco años. Y dentro de las peticiones más sentidas que tendrá que afrontar son la violencia que no cesa y cómo impacta en la población. También la pérdida de atención gratuita en temas de salud para 30 millones de mexicanos y unos libros de texto que, más allá del discurso oficialista, NO les terminan de agradar a cientos de miles de padres de familia.
Hay muchas otras debilidades que se le pueden señalar a Sheinbaum. Pero, sin lugar a dudas la mayor es al mismo tiempo el origen de su fortaleza: AMLO. En ese sentido, no es fortuito que el mismo Andrés Manuel sea el primero que coadyuva en debilitarla. ¿Se han dado cuenta que este, en cada oportunidad, hace ver que él va de candidato? Claudia como acompañamiento.
De llegar a la Presidencia, la exjefa de gobierno lo hará debilitada. Arribará habiendo cedido a la designación de gran parte de su gabinete (AMLO así lo ha anunciado). También la presidencia del Senado y de la Cámara de Diputados. Dichos puestos serán negociados por él.
Es a partir de esa debilidad que López Obrador construirá los modos y mecanismos para mantenerse en el poder.
¿Podrá ella utilizar la “fortaleza” de López Obrador sin que la siga opacando? No lo sé, muchas veces parece que han logrado alarmante para el país. (El Heraldo).
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