Para la farsante gobernadora de Campeche lo más importante es satisfacer sus ansias de venganza, en lugar de dedicarse de verdad, a cumplir con las funciones por las cuales cobra puntual y onerosamente…
REPUDIO A LA REPRESIÓN
No fue bien recibida en la comunidad campechana la amenaza de la perversa gobernadora Layda Elena Sansores San Román de que promoverá el encarcelamiento de periodistas, tras sentirse agredida con supuestas calumnias y delitos de odio en los espacios informativos de nuestras redes sociales.
Decenas de ciudadanos expresaron su repudio en las páginas digitales que dieron cuenta de esa noticia, y reclamaron airadamente que la senecta mandataria insista en sus rencores, obsesiones, odios y deseos de venganza en contra de quienes no comparten sus maneras de pensar y expresan libremente sus propias opiniones.
De nada servirá, es cierto que el pueblo noble y sabio desapruebe la conducta de la represora Layda Sansores, y repudie su deseo de acallar las críticas con amenazas de cárcel. Ya está visto que su inmadurez emocional y su intolerancia, la han llevado a cometer errores garrafales a lo largo de su vida, que se agravaron en estos primeros tres años de su fallido Gobierno.
Ninguno de sus antecesores en la titularidad del Poder Ejecutivo de Campeche había llegado a esos extremos. Cuando mucho recurrieron a la figura jurídica de daño moral para intentar reparar las supuestas afectaciones a su honor, reputación y decoro, pero sus reclamos no pasaron los filtros judiciales, pues al tratarse de figuras públicas, están expuestas al señalamiento crítico. Si no les gusta ser criticados, (as), que renuncien a sus cargos y se encierren en sus habitaciones.
Sansores San Román va a utilizar a su Fiscalía General no sólo para agilizar la querella que presentó a través de su apoderado jurídico, el delicadito Juan Pedro Alcudia Vázquez. Y no dudamos que en su prisa por satisfacer el capricho de su jefa, el fiscal Jackson Villacís se pase por el arco del triunfo los procedimientos que deben seguirse para respetar los derechos del imputado.
Es muy probable que, por la ausencia de un Estado de Derecho, y porque los organismos de impartición de justicia están al servicio de la intolerante Sansores San Román, sus resolutivos vayan a ser contra los derechos de los periodistas acusados, y con toda seguridad que esos primeros fallos van a ser festejados como sus grandes victorias, en alguno de esos aburridos programas de los martes.
Pero existen otras instancias judiciales, que hasta ahora han permanecido imparciales, para rebatir todo lo que los lacayos de la señora Sansores puedan dictaminar. Por eso tampoco tiene razón que el vocerito Walther (con h) Patrón Bacab, siga presumiendo que ya ganó su juicio por daño moral. Si su minusvalidez mental y su condición de Tartufo le hacen creer eso, que siga mintiendo, pues para eso le pagan.
Lo relevante es reiterar que para la farsante gobernadora de Campeche lo más importante es satisfacer sus ansias de venganza, en lugar de dedicarse, de verdad, a cumplir con las funciones por las cuales cobra puntual y onerosamente. Y es sí es muy lamentable.
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