Tribuna Campeche

Diario Independiente

La paja en el ojo ajeno

Mientras que por un lado, aplaude la “valentía” de la diputada federal  priísta Monserrat Arcos por enfrentarse a Alito, la senil Layda Sansores difama y hostiga al diputado federal morenista José Luis Flores Pacheco por llevarle la contraria…

La gobernadora Layda Sansores no puede aguantarse las ganas de meterse de lleno a la campaña electoral. Ataca a los candidatos de sus adversarios políticos, ensalza a los suyos y se enterca en utilizar un espacio oficial que se paga con recursos públicos, como es el “Martes de la Rata”, para tratar de incidir en las preferencias electorales de los ciudadanos.

Por ejemplo, la senecta mandataria aplaudió la decisión de los magistrados de la Sala Regional del Trife,  que decidieron despojar de su candidatura al Senado al mocista Eliseo Fernández Montúfar. Esos magistrados ahora sí son “valientes”, “honorables” y “honestos”, según ella.

Sin recordar, claro,  que son los mismos que han emitido resolutivos en su contra por incurrir en violencia política en razón de género. Si les aplaude un fallo, por congruencia debería acatar los demás, aunque la perjudiquen.

No está de más observar que el resolutivo de la Sala Regional aún puede ser combatido por los asesores de Eliseo. Seguramente que ya habrán presentado su impugnación. 

Y si la Sala Superior del Trife le restituyó  sus derechos políticos y electorales al exgobernador tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca, quien enfrenta más o menos lo mismo que el exedil campechano, lo más seguro es que el dictamen final vaya en el mismo sentido, aunque eso le propicie una fenomenal cagalera, pringapié o chorrillo a la propia Layda Elena, a Roncoa y a los demás dirigentes morenistas.

La corrupta mandataria se atrevió a llevar a su “programa”, a la exlideresa nacional del OMPRI Montserrat Arcos Velázquez, quien actualmente es diputada federal gracias a Alito Moreno, forma parte del grupo de las diputadas federales a quienes Layda Sansores acusó de haber llegado al cargo, gracias a que enviaron “packs” de fotos al líder nacional del PRI, pero quien ahora se ha redimido porque está enfrentada nada más y nada menos que al propio Alito.

Otro ejemplo más del manejo caprichoso y arbitrario de Layda Sansores. Que nadie se sorprenda si en los próximos días se anuncia la incorporación de Montserrat a la bancada morenista. El “cañonazo” que recibió para despotricar contra Alito debió haber sido bastante generoso.

Pero qué curioso. Mientras que a la priísta la aplaude por su “valentía” de enfrentarse contra su líder nacional, en Campeche, esa misma Layda Sansores persigue, acosa, insulta, humilla y difama al diputado federal morenista José Luis Flores Pacheco por haberse atrevido a hablar con la verdad, a denunciar los abusos de la mandataria y, más recientemente, por encabezar la lucha de nuestros valientes policías. 

En fin. Cosas de la incongruencia. O de la senectud. O de la demencia senil.

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