Emilio Rabasa Gamboa (*)
Un análisis objetivo del golpe del huracán OTIS a Acapulco y comunidades circunvecinas en Guerrero, debe partir de la ubicación geográfica de México en el globo Tierra.
Situado en el paralelo 0 a 30º entre los océanos Atlántico y Pacífico, nuestro país es muy vulnerable a tres tipos de graves siniestros naturales: sismos, lluvias torrenciales y huracanes.
El primero por la falla de San Andrés que recorre toda la costa occidental de México, se extiende en el norte a California y por el sur a Chile.
Las lluvias torrenciales son susceptibles de convertirse en huracanes como sucedió con Otis, debido a que en esa ubicación geográfica se conjugan 3 elementos que integran a estos fenómenos: calentamiento del mar (30º), nubes cargadas de agua y vientos alineados en la misma dirección.
Otis tiene antecedentes en el huracán Patricia del 2015 y el más fuerte el Madeleine (categoría 4) en Guerrero y Michoacán (1976). En los últimos 50 años hemos tenido 270 ciclones (5.4 x año). Tal parece NADA hemos aprendido.
México tiene una Ley General de Protección Civil (LGPC) cuyo propósito es “mitigar los riesgos previamente identificados, definir acciones preventivas y de respuesta para estar en condiciones de atender la eventualidad de una emergencia o desastre”. Ordena actuar con inmediatez, eficacia y eficiencia en la prestación del auxilio a la población. Al Ejecutivo Federal corresponde la correcta operación del Sistema Nacional incluido contar con fondos suficientes en el Presupuesto (Fonden cancelado). NADA de esto se hizo.
Cuenta con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), desde 1988, donativo del pueblo y Gobierno de Japón a México, después del sismo de 1985. Órgano desconcentrado en Segob (la 4T lo pasó a la SSPC); sus áreas sustantivas abarcan investigación, instrumentación, capacitación y difusión de los riesgos hidrometeorológicos que comprende huracanes, inundaciones, sequías y nevadas; participa en el desarrollo de “sistemas de Alertamiento en ciudades de alto riesgo de nuestro país”. Su objetivo comprende la “difusión de medidas de preparación y autoprotección a la población ante la contingencia de un desastre”. NADA de esto se utilizó.
Además de ese acervo jurídico, científico, técnico, y claros antecedentes de siniestros, las alertas se encendieron desde la tarde del lunes 23 por el Centro Nacional de Huracanes de EU que con imágenes satelitales y vuelos de reconocimiento de aviones cazahuracanes, indicaban que OTIS era potencialmente catastrófico. Veinticuatro horas después, el martes 24 por la tarde, nos advirtieron que el huracán ya en categoría 4, era en extremo peligroso y mortal, mientras se inauguraba una gran convención minera en el puerto (véase la entrevista de López Dóriga a Fernanda Familiar, periodista padeció 5 horas de horror encerrada en el clóset de su cuarto hotel Imperial). Esto se llama desprecio por las claras señales de la naturaleza.
De haberse aplicado la LGPC y utilizado los instrumentos que tenemos en México, se hubieran salvado vidas humanas con una alerta temprana (no un twitt horas antes del golpe) y contar con los indispensables refugios sobre todo para la población pobre cuyas viviendas fueron arrasadas por el huracán.
¿Con que cara se le va a decir a los sobrevivientes de la familia Ramírez que perdió a Israel, Gloria, Yamileth, Araceli, Kimberly y Elizabeth, esto es, abuela, hijos y nieto que quedaron sepultados en su casa en la colonia Revolución del Sur, (Reforma /1ª plana del miércoles) que sus vidas pudieron haberse salvado de haber utilizado los instrumentos hidrometeorológicos con que cuenta su propio país y la alerta del vecino, para que desalojaran su vivienda desde el lunes 23 o el martes 24 y se protegieran en un refugio (hoy inexistente)?
¿Acaso se les mostrará la icónica foto del jeep del Presidente atascado con dos militares brincándole para tratar de sacarlo del lodo, y convencerles de que se hizo TODO lo posible para evitar esa tragedia que enlutó a su familia y a otras más?
(*) Docente/investigador de la UNAM.
Más historias
EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 22 NOVIEMBRE 2024
Que vieja tan terca
CINISMO RAMPLÓN