DZITBALCHÉ.— En el marco de la luna llena, familias llevaron a cabo el ritual del jetzmek, considerado bautizo maya y con el cual se le inicia a los niños en las enseñanzas que deben tener para el futuro.
Según la tradición, los bebés por primera vez son cargados a horcajadas, les dan nueve vueltas alrededor de una mesa, primero en el sentido normal del reloj y posteriormente en el contrario, y prueban pepita de calabaza y huevo sancochado.
Los padrinos enseñan los quehaceres. En el caso de las niñas, como ocurrió con la pequeña Rosa Aké Chablé, a tortear, lavar, cocinar y otras actividades cotidianas de las mujeres del Camino Real.
Los padrinos le susurraron al oído los mejores deseos y consejos para su vida, que inicia a partir del bautizo.
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