Tribuna Campeche

Diario Independiente

Jamile es como Layda…

Debe dejar de hacer el ridículo y aceptar que los números del pasado proceso electoral demostraron que el pueblo la rechazó, y la va repudiar siempre que mantenga la idea de que ella “es como Layda…”.

Reapareció el pasado fin de semana la ‘heroína del amor’ para rumiar su derrota, acusar que hubo todo tipo de irregularidades durante la jornada electoral, y amenazar con que va impugnar el resultado en que la mocista Biby Karen Rabelo de la Torre le puso una arrastrada con ventaja de más de 30 mil votos.

Y sí, en efecto, la “arquitecta”, como le exige a sus subordinados que le llamen, demostró ese día que “sí es como Layda”, tal y como reza su slogan publicitario de campaña que le ahuyentó varios miles de votos a su favor, porque los campechanos, que aborrecen a la gobernadora, razonaron, al momento de emitir su sufragio, que ya no quieren más “Laydas Sansores” ocupando cargos públicos en Campeche, pues con la que tenemos basta y sobra para llevar a nuestra entidad a la ruina.

Pero bueno, Jamile puede optar por ser como quien se le pegue la gana, y ahora es buen momento para empezar su largo camino rumbo al triunfo electoral, pues debe recordar que aquella a quien admira y a quien desea emular, se llevó más de 23 años de campañas electorales para lograr conseguir el sueño largamente acariciado.

Así, es muy probable que allá por el año 2047, la “arquitecta” pueda por fin ganar la elección por la Alcaldía de Campeche, y a lo mejor aspirar a otra posición más elevada, si es que los herederos de Layda Elena la siguen cobijando como su candidata consentida, pues ya para entonces es probable que su madrina haya pasado a mejor vida.

Por lo pronto estaremos en espera que Jamile inicie con sus marchas de protesta, su resistencia civil pacífica en la Plaza de la República, la vandalización de edificios públicos como síntomas de la ira ciudadana por “el fraude electoral”, y un largo litigio ante los tribunales electorales estatales, federales, internacionales, interplanetarios y tal vez hasta intergalácticos, para ver si en alguno de esos espacios la declaran vencedora, y ella rinde protesta como “alcaldesa legítima”.

Hay que decir que si “Jamile es como Layda”, jamás va aceptar su derrota y vivirá los tres años de la próxima administración estatal, haciéndole la vida de cuadritos a la alcaldesa electa limpiamente por los votantes campechanos, y lanzando discursos de odio y de frustración por la felpa electoral recibida el pasado 2 de junio.

Porque la verdad es que Jamile sólo está haciendo el ridículo. En eso sí es idéntica a su impulsora. Los números del pasado proceso electoral demuestran que el pueblo la rechazó y la va repudiar siempre que mantenga la idea de que “es como Layda”.

Sin personalidad propia, sin valores propios, sin respaldo ciudadano, la “arquitecta” debería guardar silencio, aceptar que perdió limpiamente y desprenderse de esas malas influencias que la echaron a perder antes de tiempo…

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