La voz de los que no tienen voz: Era forastero y me hospedaron

Pbro. Victoriano Durán Muñoz

(Leer Mt 25, 31-46)

1. No se trata de parábola. El texto que estamos meditando es de una seriedad y profundidad tremendas. Jesús no nos expone una parábola o comparación. Describe el momento decisivo: El juicio universal por el que todos hemos de pasar, ya sea que lo sepamos o no, que estemos preparados o no, que nos guste o no…
2. Los modernos forasteros. ¿Quiénes son hoy día los “forasteros”? Por supuesto, los emigrantes que huyen de situaciones difíciles que les impiden sobrevivir. Y se aventuran en la búsqueda de mejores condiciones de vida. ¿Qué tanto nos preocupamos por ellos?
   Pero también están en calidad de perpetuos “forasteros” quienes no encajan en ninguna parte por estar “atrapados en diversas adicciones”. Son forasteros peligrosos hasta para sus propios familiares. ¿Qué acciones realiza la comunidad para “hospedarlos” en instituciones adecuadas? Esta es una de las obras de misericordia más relegadas porque nos pone en situación de riesgo: ¿Cómo ayudar a quien no desea ni se deja ayudar? ¿Y cómo brindar un espacio cuando se pone en riesgo la intimidad y la seguridad de la propia familia? ¡Hay mucho por pensar y por hacer en este campo!

Hasta la próxima. Comunicación al 3311453950.