NEPÓTICA Y AMNÉSICA

No sólo hay nepotismo, sino que todos los familiares de la Tía Rata incrustados en la nómina gubernamental, tienen asignados a por lo menos dos escoltas con cargo al erario…

“Con la novedad de que la Tía Rata se encamina a imponer nuevo récord Guinness en cuanto a la persona que más mentiras dice pública e impúdicamente por minuto”, soltó de sopetón el poeta Casimiro, al reunirse una vez más con sus contertulios en el Parque Principal.

Don Memín lo miró de reojo mientras esbozaba una sonrisa sardónica, incisiva, mordaz y burlesca. “¿No me digas mi estimado vate de mil batallas que te acabas de enterar de esa novedad? Eso lo sabemos todos los que habitamos en estas hermosas, paradisiacas y pacíficas tierras bañadas suavemente por las tibias aguas del Golfo”.

—“Claro que lo sabía —se defendió el escribidor de versos, a quien no le agradaba hacerse pasar como un tonto— sólo que cada vez me sorprendo más de la enorme capacidad de la Ruca Gacha para soltar mentira tras mentira, y todavía después sonreír como si estuviera a punto de hacer su primera comunión”.

—“Es algo que le viene de familia como todo lo negro que tiene en el corazón, terció don Julián. Tiene la misma facilidad de mentir que de robar, igual que su progenitor. Por eso es que no hay que creerle nada de lo que diga. Es más, yo por eso no veo su bazofia de los martes”.

El poeta Casimiro sonrió ante la contundencia de las palabras de su maestro y gurú. “Lo curioso es que una vez más, esa vieja ridícula volvió a presumir que aunque digan lo que digan, ella no tiene a ningún familiar cobrando en el Gobierno, pese a que su cuñada trabaja en el área que reconstruye los edificios coloniales, su hermanita la Ratita tiene saturada la nómina de su oficina de apoyo a los pobres con sus parientes y su sobrino el Tarado sin Cerebro cobra en Palacio y además es el que administra los moches por obras y proveedurías”, aseveró el escritor de versos.

“Lo peor es que desvían recursos humanos, pues todos ellos, todos los familiares de la Tía Rata incrustados en la nómina gubernamental, tienen asignados a por lo menos dos escoltas con cargo al erario. Son policías vestidos de civil que protegen a la familia feliz, como si fueran el mismísimo Señor de los Cielos. Por eso he decidido dedicarle un nuevo versito a la farsante, corrupta y mentirosa Tía Rata”:

Nepótica, claro que lo es,

y también una ridícula,

que dice que por vejez

se le borra la película…